"Nos sentíamos distintos. Como si no fuéramos parte de todo un engranaje que nos colocaba en un punto inerte, en una zona muerta de la maquinaria que podía seguir girando sin importarle poco o mucho nuestro rendimiento, porque su producción era imparable y sabía que si la tuerca que éramos no se movía lo suficiente aprisa no costaba ningún trabajo sustituirla por una nueva, una engrasada, [...]."
El inicio de esta novela me hizo desesperar; no diré que ha sido el peor inicio, pero creo que está entre los diez primeros.
Soy consciente de que todas las novelas enganchan en el minuto cero (a veces hay que dejar cuerda para desarrollar el escenario), pero es que aquí era casi trágico el esfuerzo que comportaba coger el libro (tanto que el segundo día lo apunte en mi lista de abandonos). Finalmente no sucedió y he de decir que la segunda parte de la novela mejora, y mucho; así que si queréis podéis saltaros quizás los primeros capítulos, ya que a pesar de que salen algunos personajes en el final no creo que marque una gran diferencia en la comprensión de la novela (y las comparativas ya las menciona claramente el protagonista).
Si os saltáis esos primeros capítulos podéis empezar por el capítulo 4 que es cuando Hamlet llega al aeropuerto que lo conducirá al Monasterio. Allí se formará para convertirse en un poeta, embarcar en una nave de la flota y comenzar a crear cantares que ensalcen la labor de la Corporación.
Acompañaremos a Hamlet desde su inocencia y anhelos de salir de la Tierra para convertirse en un poeta, hasta transformarse en un payaso de circo y un elemento de sublevación; pasando por ser testigo de masacres, ver la crueldad de las batallas (que nada tienen que ver con las versiones épicas) e ir perdiendo poco a poco esa chispa de ingenuidad en cada etapa.
En definitiva todo un viaje de madurez en el que no solo encontramos infinidad de referencias literarias a través de los nombres (Hamlet, Byron, Quevedo, Orfeo...), naves (Banshee o la imagen de "la nave cucaracha que devora") o la mención directa de títulos; sino que algunas momentos recuerda a "El corazón de las tinieblas", en otros hace mención a "Moby Dick" y por encima de todo muchas de las escenas recuerdan a la Odisea (por ejemplo cuando el protagonista pasan entre dos estrellas gemelas enanas que recuerda el paso entre Escila y Caribdis).
Y en esta mezcolanza literaria (que ya daría para un análisis pormenorizado) tenemos un gran abanico de cuestiones morales, éticas, filosóficas... que abarcan desde la evolución de un planeta como la destrucción total del mismo, la perpetuidad de la resistencia, las mujeres en los conflictos armados, el racismo, la utilización del arte como propagando o cómo se justifican las masacres de civilizaciones enteras.
Un elemento que me ha llamado mucho la atención es la utilización de los colores, claramente existe una vinculación entre colores y poesía/literatura; y efectivamente durante todo el libro son constantes las referencias a tonalidades de los planetas, naves e incluso de conceptos como la guerra y la muerte (gris y negro); y tampoco deja de ser curioso la utilización de un protagonista poeta y daltónico.
Una lectura entretenida, en algunos puntos algo repetitiva y con demasiadas escenas de sexo, pero que se salva por todo el abanico de referencias y reflexiones antibelicistas que va dejando a lo largo de la novela.
Autor | Rafael Marín |
Editorial | Gigamesh |
Precio Aprox. | 10 Eur. |
Sentimiento* | Luciérnagas |
Valoración | |
Obtenido en | Bibliotecas de Barcelona |