"La vida se había simplificado. No había derecho porque no había deber, no había deber porque no había coacción, no había justicia porque no había iniquidad, no había verdad porque no había error, no había belleza porque no había fealdad""
Ciencia ficción primitiva o protociencia ficción es un término que quiere aglutinar todas las narraciones anteriores al surgimiento del término ciencia ficción (!926). Son textos que adolecen de cierta ingenuidad y simplicidad, incluso podemos ser condescendientes con esa visión de la tecnología y desarrollo, dado que algunos de los planteamientos ya han sido superados (ej. el viaje a la luna). Sin embargo, ese viaje a estos inicios nos puede llevar a conocer una faceta desconocida de autores como Azorín, Unamuno o Clarín (que diferentes hubieran sido las clases si a parte de mencionar "Los pueblos", "Niebla" o "La Regenta" nos hubieran dado estos relatos).
Este libro recoge ejemplos de escritores de habla castellana que a finales del siglo XIX y principios del XX se adentran por el género; y que por supuesto recorren todos los estereotipos: científicos que aniquilan a la humanidad o crean vida, robots que conviven entre humanos, los peligros de los avances tecnológicos y la deshumanización que pueda conllevar... clichés que nos pueden resultar repetitivos, pero ahora queda decidir si leemos este futuro imaginado en el pasado como algo que no sucedió o como algo que aún no ha sucedido (esta disyuntiva es lo único interesante de toda la introducción).
- El fin del mundo (1897, Azorín): el último hombre sobre la Tierra reflexiona sobre la existencia que ha sido y la que será en el futuro. Durante esta reflexión llega a imaginar una realidad donde otros seres den forma a través de sus sentidos a la realidad (en ciertos momentos me recordó al dilema de Mary), pero acaba concluyendo que cuando él muera desaparecerá el universo (solipsismo puro y duro).
- Cuento absurdo: este relato forma parte de la obra "Los buitres" (1908, Ángeles Vicente):
un científico ha inventado un arma de destrucción masiva y decide utilizarla con la idea de crear una nueva sociedad bajo un ideal anarquista. Sin embargo, el grupo elegido se desvía del ideal y comienzan las luchas por acaparar más poder, riquezas, posesiones... las viejas ideas del capitalismo han sobrevivido a la aniquilación.
Llegados a este punto, el científico se enfrenta a un dilema: abandonar su ideal de sociedad y convertirse en un tirano que impone sus normas o aniquilar esta sociedad fallida y volver a intentarlo.
- Cuento futuro: este relato se publicó junto a otros cuentos en "el señor y lo demás, son cuentos (1893, Clarín): es el relato que más me ha gustado no solo por los toques de humor y sátira religiosa, sino también por todos los componentes sociológicos que la impregnan.
Nuevamente tenemos un científico que ha inventado la cura del hambre (una de los grandes problemas de la humanidad), pero que convence a todo el mundo para que realicen un suicidio colectivo; sin embargo, él y su mujer sobreviven, convirtiéndose en una especie de Adan y Eva.
Tienen todo el mundo para ellos, mientras que la mujer desea apoderarse de riquezas, manjares... el científico se ve atormentado por la culpa. Poco después del suicidio colectivo encuentran a un señor de barba blanca que también a sobrevivido y no es otro que Dios. Les invita a pasar la eternidad en el paraíso con la misma condición que a sus antecesores, pero el cuento se repite o casi; porque esta vez Eva marcha sola del paraíso (lo que hace pensar que no era Eva sino Lilith).
- Mecanópolis (1913, Unamuno): aquí se plasma toda la ansiedad y preocupación que trae la industrialización.
Un hombre que camina por el desierto acaba en una ciudad que es habitada únicamente por máquinas que no puede ver; asolado por la soledad y rozando la locura decide abandonar la ciudad para regresar con sus iguales.
- Horacio Kalbarg o los autómatas (1879, L. Holmberg): en medio de una cena de aniversario aparece Horacio, un hombre que no tiene gravedad. Uno de los miembros que estaba en la cena decide seguir a Horacio para averiguar exactamente qué pasa, de este modo descubre que Horacio es un autómata.
Poco después recibe la invitación de un hombre para visitar su taller y allí descubre un sinfin de autómatas y, lo más perturbador de todo, el hombre le confiesa que hay miles sueltos por el mundo.
El relato termina con una boda donde se descubre la identidad del creador de los autómatas y la prerrogativa de que "si alguien no se comporta de manera razonable, es probable que sea un autómata" (ahora empiezo a entender muchas cosas...).
- El hombre artificial (1910, Horacio Quiroga): una actualización de la novela de Mary Shelley, pero que en este caso no toma la electricidad como motor de vida, sino el dolor (esto daría para debatir mucho).
Tres científicos dan vida a un rata, pero esta muere dos horas después. Aprendiendo de sus errores deciden dar vida a un hombre, pero su cerebro estará en blanco como el de un recién nacido y será necesario cargarlo con información-experiencias. Uno de los científicos tiene una idea y convence a los otros dos para que confíen en él llegado el momento, cerrado el acuerdo se ponen a trabajar y cuando finalmente llega el día el científico trae a un hombre al que comienza a torturar para cargar el cerebro de su hombre artificial.
El libro se me ha hecho eterno no tanto por los relatos (que únicamente me han interesado dos) sino por las múltiples erratas que tiene. Además hubiera sido interesante realizar una pequeña introducción al estilo de otras obras recopilatorias y que pusiera en contexto los cuentos (yo he buscado las fechas y, en su caso, los libros a los que pertenece el relato).
Necesitaría una edición más cuidad, el ser un ebook no es excusa para un compendio tan nefando.
Autor | AA.VV |
Editorial | FLASH |
Precio Aprox. | 1, 42 Eur. |
Sentimiento* | me quedo con la ciencia ficción |
Valoración | |
Obtenido en | Bibliotecas de Barcelona |