"Toby se las ha arreglado para no tener que contarles nuevas historias a los crakers: esas sesiones la dejan agotada. No sólo ha de ponerse el absurdo gorro rojo y comerse el pescado ritual -no siempre bien cocinado-, sino que además se ve obligada a inventarse un montón de cosas. No le gusta contar mentiras deliberadamente, pero prefiere no mencionar los detalles más desagradables y enmarañados de la realidad."
Llegamos al final de la Trilogía de MaddAddam con todas las facciones agrupadas en un solo punto; lo que queda de los Jardineros de Dios, los supervivientes maddaddamitas y los crakers (con su profeta Jimmy de las Nieves, como se le conoce ahora) han creado una especie de sociedad híbrida.
Los humanos (o dos pieles) que quedan son conscientes que la reconstrucción no será posible, que son una especie abocada a la extinción; en este nuevo escenario la realidad obliga a adaptarse y convivir en una estructura que no está clara, a la vez que intentan salvar la parte más humanitaria de lo que fue una vez la sociedad (lo que viene ser nadar y guardar la ropa).
El último desafío pendiente son los paintbalistas que son una amenaza para los crakers ya que no entienden el concepto violencia, ni lucha... y para los dos pieles, que ya tienen un historial de enfrentamientos y venganzas pendientes (además del control de recursos). Lo que no se esperaban los paintbalistas (ni los dos pieles todo sea dicho) que la muerte de uno de las crias de los Ser Dones fuera el detonante de una alianza entre Ser Dones, dos pieles y crakers.
Es un componente muy curioso e interesante cómo estos tres grupos colaboran, mantienen el acuerdo firmado o acuden a la diplomacia para mantenerlo (cuando una serie de jóvenes se saltan lo pactado); dado que ellos implica una estructura de reglas (similar al que puede observarse en el desarrollo del juego en la infancia).
Otro elemento interesante es el inicio de la escritura entre los crakers, a través de Barbanegra y creo que tiene una gran importancia por la puerta que abre a la codificación de acontecimientos y hechos, sino también por el potencial como medio de creación y/o aprendizaje. Es un aspecto que queda un poco en el aire y que solo podemos vislumbrar en las dos últimas páginas de la novela.
Mientras en el presente se esta fraguando un enfrentamiento que decidirá el devenir del mundo (nunca mejor dicho), Atwood, nos ofrece lo elementos que nos quedaba para montar todo el escenario. Nos adentra en la historia de Zab y por ende de Adan, pero también de otros personajes como Glenn o Pilar.
Unas últimas piezas que nos ofrecen la panorámica general de los acontecimientos anteriores al Diluvio Seco, pero también el por qué de la gestación de los Jardineros de Dios y su excisión.
Un cierre de trilogía con ciertos matiz de nostalgia agridulce y que inevitablemente deja cierto vacío al ser espectadores del final de los personajes y su historia.
Autor | Margaret Atwood |
Editorial | Salamandra |
Precio Aprox. | 20 Eur. |
Sentimiento* | Ser Dones |
Valoración | |
Obtenido en | Bibliotecas de Barcelona |