"La calle Fantasma es larga pero estrecha, parecida a un lazo añil. Se puede ir de lado a lado en once pasos, pero ir de principio a fin llevaría toda una hora."
A la espera de que suenen las campanadas que marquen el colofón de 2018 y el inicio del nuevo año; yo os propongo trece historias de ciencia-ficción china contemporánea.
Cada una de ellas es un mundo en el que adentrarse, una forma de ver el futuro y, por supuesto, un modo de narrarlo.
Lo primero que te encuentras es una introducción escrita por Ken Liu en el que reflexiona sobre la ciencia-ficción china y la visión que tenemos los lectores occidentales. Un relato esclarecedor que desde el principio pone los puntos sobre las íes y nos da un toque de atención para que no caigamos en el etnocentrismo y/o asociaciones fáciles a la hora de juzgar los textos que incluyen la antología.
No voy a hacer un recorrido por las trece historias que incluye la antología; primero porque sería demasiado extenso y segundo porque me apetece centrarme en las que me han gustado más.
- El año de la Rata (Chen Qiufan): el primer relato del libro es un disparo certero, que me dejó sin palabras y con cierto grado de desasosiego.
Un soldado va narrando como acabó en uno de los pelotones que se dedican a matar a ratas mutantes que se desplazan a dos patas y que, como pronto descubren, tienen una estructura social.
A la vez que asistimos al día a día de esta guerra, el joven recuerda como la falta de empleo le empujó a embarcarse en esta lucha (en la que ha visto morir gente).
Creo que es fácil que durante este relato acudan imágenes de la Guerra de Vietnam, que pienso que se pueden utilizar como marco de referencia (siempre y cuando sepamos mantener cierto limites). Pero lo interesante del relato no son las asociaciones que puedan despertar, si no los vínculos que plantea el final del relato.
- Cientos de fantasmas desfilan esta noche (Xia Jia): En un abandonado parque temático los robots-fantasmas (consciencias de personas muertas) interpretan el papel de héroes, princesas... (un poco como Port Aventura, pero en modo más tétrico y futurista). Allí también vive Ning, el único niño que asiste a la representación año tras año.
Los robots, que día a día, asisten a su deterioro ven con preocupación que Ning no crezca y que se encierre en un lugar condenado.
El relato toma como voz la de Ning y es através de él que asistimos al declive del parque, de su entorno conocido y el despertar de la duda de si él también será un fantasma.
- La ciudad del silencio (Ma Boyong): Muy al estilo "1984" se nos muestra un futuro de aislamiento, en el que lo ciudadanos son vigilados en su uso del lenguaje y solo se pueden utilizar las palabras que aparecen en la lista de palabras convenientes (la cual se va modificando periódicamente).
En este estado totalitario, el programados Arvardan busca un resquicio de libertad y pide acceso a los foros de discusión del BBS (también controlados por el Gobierno), cuando le dan la documentación necesaria se encuentra una serie de pistas que le conducirán a un Club de charla.
Una reflexión, no sobre la censura (que descarto por ser simplista), si no sobre el uso del lenguaje y la implicación del uso dentro del desarrollo social y la construcción del pensamiento.
- Entre los pliegues de Pekín (Hao Jingfang): La ciudad ha distribuido su estructura para que se doble y ha determinado el uso de la superficie en diferentes franjas horarias.
De este modo, las clases altas habitan el Primer Espacio (dispone de toda la superficie de la ciudad y durante veinticuatro horas), las clases medias están en el Segundo Espacio (comparten la superficie con el Tercer Espacio y disponen de días de dieciséis horas) y por último los trabajadores no cualificados se encuentran en el Tercer Espacio (en periodos de ocho horas). Como es de suponen el ascenso de un espacio a otro es impensable.
En el Tercer Espacio se encuentra Lao, un trabajador de la basura que se embarca en una peligrosa misión que le conducirá a través de los pliegues de Pekín, para conseguir un futuro para su hija.
Un relato esclarecedor e inquietante sobre el concepto de bienestar, las políticas de empleo y el uso del tiempo entre las diferentes clases sociales (tema muy ligado a la especulación del suelo).
- Cuidando de Dios (Liu Cixin): imaginaros que millones de dioses deciden bajar a la tierra para pasar sus últimos días (en su caso milenios).
Esto que puede parecer humorístico, en la mano de Liu Cixin acaba siendo una reflexión sobre la vida en otros planetas (retomando de refilón el concepto de Bosque oscuro) y el desarrollo de las civilizaciones (entendido en sentido planetario).
Obviamente hay algunos relatos que no me han gustado, pero eso ya va a gustos personales; quizás no sepa apreciar ciertos matices o que me guste un tipo de ciencia-ficción más clásica o simplemente algo te gusta o no (no hay más)... pero si todo el mundo lo pone por las nubes es porque es un buen libro que recoge grandes relatos de la ciencia-ficción china (muchos de ellos premiados).
Al final del libro, también, se incluyen tres ensayos (de Liu Cixin , Chen Qiufan y Xia Jia) que ayudan a dar una visión más redonda de todo el fenómeno de la ciencia-ficción china.
No hay que ser muy avispada para darse cuenta que esto es el inicio de una hermosa amistad y que, una vez abierta la puerta, será mayor el número de novelas que nos lleguen desde china.
Ya estamos recibiendo los primeros avisos del tsunami que se nos viene encima, ahora solo cabe esperar que estemos preparados para comprender su visión del futuro.
Cada una de ellas es un mundo en el que adentrarse, una forma de ver el futuro y, por supuesto, un modo de narrarlo.
Lo primero que te encuentras es una introducción escrita por Ken Liu en el que reflexiona sobre la ciencia-ficción china y la visión que tenemos los lectores occidentales. Un relato esclarecedor que desde el principio pone los puntos sobre las íes y nos da un toque de atención para que no caigamos en el etnocentrismo y/o asociaciones fáciles a la hora de juzgar los textos que incluyen la antología.
No voy a hacer un recorrido por las trece historias que incluye la antología; primero porque sería demasiado extenso y segundo porque me apetece centrarme en las que me han gustado más.
- El año de la Rata (Chen Qiufan): el primer relato del libro es un disparo certero, que me dejó sin palabras y con cierto grado de desasosiego.
Un soldado va narrando como acabó en uno de los pelotones que se dedican a matar a ratas mutantes que se desplazan a dos patas y que, como pronto descubren, tienen una estructura social.
A la vez que asistimos al día a día de esta guerra, el joven recuerda como la falta de empleo le empujó a embarcarse en esta lucha (en la que ha visto morir gente).
Creo que es fácil que durante este relato acudan imágenes de la Guerra de Vietnam, que pienso que se pueden utilizar como marco de referencia (siempre y cuando sepamos mantener cierto limites). Pero lo interesante del relato no son las asociaciones que puedan despertar, si no los vínculos que plantea el final del relato.
- Cientos de fantasmas desfilan esta noche (Xia Jia): En un abandonado parque temático los robots-fantasmas (consciencias de personas muertas) interpretan el papel de héroes, princesas... (un poco como Port Aventura, pero en modo más tétrico y futurista). Allí también vive Ning, el único niño que asiste a la representación año tras año.
Los robots, que día a día, asisten a su deterioro ven con preocupación que Ning no crezca y que se encierre en un lugar condenado.
El relato toma como voz la de Ning y es através de él que asistimos al declive del parque, de su entorno conocido y el despertar de la duda de si él también será un fantasma.
- La ciudad del silencio (Ma Boyong): Muy al estilo "1984" se nos muestra un futuro de aislamiento, en el que lo ciudadanos son vigilados en su uso del lenguaje y solo se pueden utilizar las palabras que aparecen en la lista de palabras convenientes (la cual se va modificando periódicamente).
En este estado totalitario, el programados Arvardan busca un resquicio de libertad y pide acceso a los foros de discusión del BBS (también controlados por el Gobierno), cuando le dan la documentación necesaria se encuentra una serie de pistas que le conducirán a un Club de charla.
Una reflexión, no sobre la censura (que descarto por ser simplista), si no sobre el uso del lenguaje y la implicación del uso dentro del desarrollo social y la construcción del pensamiento.
- Entre los pliegues de Pekín (Hao Jingfang): La ciudad ha distribuido su estructura para que se doble y ha determinado el uso de la superficie en diferentes franjas horarias.
De este modo, las clases altas habitan el Primer Espacio (dispone de toda la superficie de la ciudad y durante veinticuatro horas), las clases medias están en el Segundo Espacio (comparten la superficie con el Tercer Espacio y disponen de días de dieciséis horas) y por último los trabajadores no cualificados se encuentran en el Tercer Espacio (en periodos de ocho horas). Como es de suponen el ascenso de un espacio a otro es impensable.
En el Tercer Espacio se encuentra Lao, un trabajador de la basura que se embarca en una peligrosa misión que le conducirá a través de los pliegues de Pekín, para conseguir un futuro para su hija.
Un relato esclarecedor e inquietante sobre el concepto de bienestar, las políticas de empleo y el uso del tiempo entre las diferentes clases sociales (tema muy ligado a la especulación del suelo).
- Cuidando de Dios (Liu Cixin): imaginaros que millones de dioses deciden bajar a la tierra para pasar sus últimos días (en su caso milenios).
Esto que puede parecer humorístico, en la mano de Liu Cixin acaba siendo una reflexión sobre la vida en otros planetas (retomando de refilón el concepto de Bosque oscuro) y el desarrollo de las civilizaciones (entendido en sentido planetario).
Obviamente hay algunos relatos que no me han gustado, pero eso ya va a gustos personales; quizás no sepa apreciar ciertos matices o que me guste un tipo de ciencia-ficción más clásica o simplemente algo te gusta o no (no hay más)... pero si todo el mundo lo pone por las nubes es porque es un buen libro que recoge grandes relatos de la ciencia-ficción china (muchos de ellos premiados).
Al final del libro, también, se incluyen tres ensayos (de Liu Cixin , Chen Qiufan y Xia Jia) que ayudan a dar una visión más redonda de todo el fenómeno de la ciencia-ficción china.
No hay que ser muy avispada para darse cuenta que esto es el inicio de una hermosa amistad y que, una vez abierta la puerta, será mayor el número de novelas que nos lleguen desde china.
Ya estamos recibiendo los primeros avisos del tsunami que se nos viene encima, ahora solo cabe esperar que estemos preparados para comprender su visión del futuro.
Autor | Ken Liu |
Editorial | Runas |
Precio Aprox. | 22 Eur. |
Sentimiento* | Buf! |
Valoración |
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Obtenido en | Sorteo |