"No encontraron ningún Heechee. Quienquiera que fuesen, cualquiera que fuese la época de su estancia en Venus, habían desaparecido. Ni siquiera dejaron un cuerpo en el foso mortuorio que pudiera ser desenterrado para practicarles la autopsia. Lo único que había eran los túneles, las cavernas, unos pocos artefactos insignificantes, maravillas tecnológicas que dejaron perplejos a los seres humanos, quienes intentaron su reconstrucción."
La ciencia ficción está plagada de especies misteriosas que han desaparecido dejando tras ellas vestigios de su tecnología y/o cultura, que regresan tras milenios ocultas para retomar luchas o que simplemente se divierten haciendo un poco más difícil la existencia humana. Como ejemplos podemos citar: los Antiguos en Stargate, las entidades del anillo en Expanse, el Continuo Q en Star Trek, Las sombras en Babylon5 y, en el libro que nos ocupa, los Heechees.
Esta misteriosa, y avanzada, civilización extraterrestre construyó Pórtico, una base espacial plagada de naves que viajan por toda la galaxia; el handicap es que los humanos manejamos esta tecnología sin comprenderla y sin poder controlarla; los pilotos que se arriesgan a viajar en estas naves no saben dónde irán, cuánto tiempo viajaran o si regresaran para contarlo, además una vez iniciado el trayecto no puedes modificar las coordenadas, no sabes si tendrás suficientes provisiones o alguien tendrá que suicidarse, el número de cosas que pueden salir mal son numerosas y a pesar de todo hay personas que se embarcan en esta ruleta rusa por la efímera posibilidad de descubrir algún artilugio Heechee, un planeta habitable... algo que los haga inmensamente ricos.
El protagonista, Robinette Broadhead, compra un billete para Pórtico con el dinero que ganó en la lotería, huye de las minas de alimentos donde no hay posibilidades de una vida digna. Cuando llega a Pórtico el miedo a embarcarse en una misión suicida lo paraliza y alarga el momento de viajar, pero llega un in pass en el que no le queda otra opción.
Durante la narración el protagonista va alternando su vida en pórtico y las misiones que ha llevado a cabo, con las sesiones con un psiquiatra (un robot); de este modo los dos marcos temporales te muestra una sociedad superpoblada, en la que hay que ser inmensamente rico para poder obtener un Certificado Médico Completo, a la vez que vislumbras el ambiente caótico y desesperado que impregna la atmósfera de Pórtico.
En medio de la narración se van intercalando fragmentos que rompen un poco el ritmo, pero que por contra te dan una visión más completa de cómo es Pórtico; en estos textos laterales podemos encontrar contratos, fragmentos de conferencias, informes de misión, anuncios, reglamento, cartas... todo un revoltijo que me ha recordado un poco "La guerra de las Salamandras".
La lectura con todo ello se me ha hecho un poco monótona y pesada, primero porque las sesiones con el psicólogo son bastante repetitivas y porque con tantas interrupciones a veces perdía el hilo de la narración (quizás sería conveniente leer los fragmentos al final del capítulo). También es cierto que aunque el final me ha descolocado un poco, me pareció un buen cierre y me dio la clave para comprender unos fragmentos del principio que me traían de cabeza.
Autor | Frederik Pohl |
Editorial | Nova |
Precio Aprox. | 5 Eur. |
Sentimiento* | Agujero Negro |
Valoración | |
Obtenido en | E-book |
PD: La edición Nova incluye un capítulo final que el autor no incluyó en la novela.