"Un sereno tras otro murieron con un horrible nudo alrededor del cuello, brindando su fluido vital por cientos de heridas punzantes para alimentar a la planta y perdiendo el conocimiento sin la menor idea de lo que estaba matando. En los sótanos, los garitos de los contrabandistas, las pensiones baratas y las casas de huéspedes, las ramas se extendían y recolectaban su cosecha de muerte."
Impedimenta es una experta en esto de las recopilaciones de cuentos, ya lo demostró con "Reinas del Abismo" o con "Damas oscuras"; y ahora no decepciona con estos dieciocho cuentos góticos donde la naturaleza tiene presencia. ya sea como protagonista, escenario o simplemente una excusa para plantearnos situaciones.
Aquí encontramos autores/as que muchas veces publicaban en revistas pulp y son relatos donde podemos apreciar la evolución de los estilos, la sociedad y las temáticas (por ejemplo es curiosa cómo irrumpe la ecología y se hace casi monotemática).
En sus páginas se entrelaza lo fantástico, lo terrorífico y lo inimaginable. Cada relato nos adentra en bosques siniestros, invernaderos que acogen nuevas formas de vida, jardines caóticos... La naturaleza vista como asesina, peligrosa, consciente e incluso vengativa. Un verdor que encarna los temores más profundos.
Desde el siglo XIX al XX, este imaginario vegetal crece y muta, para reflejar todos los miedos, heridas y carencias de las personas o de la sociedad. Por sus páginas encontramos autores tan conocidos como Lovecraft, Dahl, Welty o Perkins Gilman.... otros que se han perdido en el tiempo pero que aquí se recuperan; lo que es innegable que todos ellos ocupan un puesto muy merecido en este recopilatorio.
Hay títulos que ya entran por la puerta grande, y cuya lectura es desde el principio todo un disfrute. Este recorrido por lo gótico y lo vegetal nos recuerda que la naturaleza, incluso en su faceta más oscura, sigue siendo una fuerza inagotable, misteriosa y terrorífica. Estos relatos confirman que lo verde también puede se inquietante y fascinar a partes iguales.
No olvidemos que ahora el verde es el nuevo negro.





