"Ser bibliotecario no es nada gratificante, se lo digo yo: se acerca a la condición de obrero. Yo soy una taylorizada de la cultura. Sepa usted que para ser bibliotecario hay que apreciar el concepto de clasificación y ser una persona obediente."
Creo que a todos los/as obsesionados/as por los libros nos han preguntado en alguna ocasión si nos gustaría trabajar en alguna biblioteca o librería. En un principio respondía que no me lo había planteado, después intentaba argumentar que una cosa era una afición y otra cosa dedicarse profesionalmente a ello, que era lo mismo que meter un goloso en una pastelería... y ahora (sí, siguen preguntándomelo) miro al infinito y ni me molesto en contestar.
Me gustan las bibliotecas y las librerías, pero no hay que confundir la visita por ocio y cuando te apetece, a tener que ir todos los días por obligación (imaginar comer todos los días vuestro plato favorito, acabaríais odiándolo); también pienso que hemos idealizado su profesión y no nos damos cuenta del conjunto (esto es aplicable a cualquier profesión).
(Vale, he releído lo escrito y me está quedado un poco borde así que añadiré que tienen todo mi respeto y alabanza las personas que trabajan en bibliotecas/librerías. Simplemente es que no me veo trabajando en un sitio así, más que nada por el hecho de que al tratar con gente desconocida o que tengo poca confianza me vuelvo borde).
Retomando el tema, el libro es el despotrique de una bibliotecaria que trabaja en un sótano en la sección de geografía y que va punto por punto analizando la estructura "social" de los trabajadores de la biblioteca, de la "fauna" que acude a refugiarse entre sus estanterías, de la cultura, del origen de la clasificación universal y de todo lo que rodea su día a día (sueños, amores, frustraciones...).
En el breve tiempo en que la bibliotecaria (que no dice su nombre y se presenta como "la mujer invisible") descubre a una persona durmiendo en su sección y la apertura de la biblioteca asistimos a un monólogo conciso que te abrirá los ojos, si es que eres de los que siguen pensando que el trabajar en la biblioteca es el paraíso.
Me gustan las bibliotecas y las librerías, pero no hay que confundir la visita por ocio y cuando te apetece, a tener que ir todos los días por obligación (imaginar comer todos los días vuestro plato favorito, acabaríais odiándolo); también pienso que hemos idealizado su profesión y no nos damos cuenta del conjunto (esto es aplicable a cualquier profesión).
(Vale, he releído lo escrito y me está quedado un poco borde así que añadiré que tienen todo mi respeto y alabanza las personas que trabajan en bibliotecas/librerías. Simplemente es que no me veo trabajando en un sitio así, más que nada por el hecho de que al tratar con gente desconocida o que tengo poca confianza me vuelvo borde).
Retomando el tema, el libro es el despotrique de una bibliotecaria que trabaja en un sótano en la sección de geografía y que va punto por punto analizando la estructura "social" de los trabajadores de la biblioteca, de la "fauna" que acude a refugiarse entre sus estanterías, de la cultura, del origen de la clasificación universal y de todo lo que rodea su día a día (sueños, amores, frustraciones...).
En el breve tiempo en que la bibliotecaria (que no dice su nombre y se presenta como "la mujer invisible") descubre a una persona durmiendo en su sección y la apertura de la biblioteca asistimos a un monólogo conciso que te abrirá los ojos, si es que eres de los que siguen pensando que el trabajar en la biblioteca es el paraíso.
Autor | Sophie Divry |
Editorial | Blackie Books |
Precio Aprox. | 17 Eur. |
Sentimiento* | Sección 910 |
Valoración | |
Obtenido en | Bibliotecas de Barcelona |
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