lunes, 12 de septiembre de 2022

Las cosas que perdimos en el fuego (Mariana Enriquez)

 "La primera fue la chica del subte. Había quien lo discutía o, al menos, discutía su alcance, su poder, su capacidad para desatar las hogueras por sí sola. Eso era cierto: la chica del subte sólo predicaba en las seis líneas de tren subterráneo de la ciudad y nadie la acompañaba. Pero resultaba inolvidable."

Bajo este título se recogen doce cuentos de terror en los que dentro de lo cotidiano supura lo extraño, lo que escapa a lo racional y se adentra en lo misterioso (casi rozando lo paranormal). Aquí encontramos relatos en los que hay fantasmas, ritos paganos, seres extraños, una especie de aquelarre, vecinos tétricos, casas que zumban... De todo este compendio, los que me han parecido más inquietantes son los que deja en el aíre las amenazas de acontecimientos terribles, los que no sucede nada aterrador pero la sola amenaza de lo que podía suceder es suficiente.

Dentro de las historias que nos propone Enriquez me han llamado la atención varios de ellos; por un lado dos porque he encontrado que tenían relación con otros libros de la autora: 
- La casa de Adela claramente hace referencia a la casa que sale en "Nuestra parte de la noche".
- Nada de carne sobre nosotras puede tener su origen en la calavera que robó en una de sus visitas al cementerio ("Alguien camina sobre tu tumba").
En este apartado, debo hacer mención especial Bajo agua negra que me ha recordado un poco a "La sombra sobre Innsmouth" de H. P. Lovecraft, por la idea de seres que salen del agua e instalan un rito.

Y por otro lado, los relatos que mas me han gustado (los que dejan la atmósfera cargada de intenciones)
- Pablito clavó un clavito: una evocación del Petiso Orejudo: un guía turístico empieza a ver el fantasma de este asesino de niños. Aquí se entremezclan la realidad del guía (casado y con un recién nacido) con el relato de las atrocidades cometidas por Petiso.
- El patio del vecino: una asistente social que ha sido cesada de su puesto de trabajo se traslada a una nueva casa con su marido, pero al poco ve que en el patio del vecino hay un niño encadenado. Caminando entre la obsesión, la locura y la depresión se empeñará en rescatarlo.

Por último hay el cuento que da nombre al compendio me ha parecido brutal por la idea que plantea: una realidad en que las mujeres se deforman voluntariamente con fuego como modo de protesta. Aquí se me plantean muchos interrogantes sobre la idiosincrasia de esta nueva realidad y la asignación de roles; aunque, quizás, el primordial seria que ¿si quitamos el deseo sexual de la ecuación social la realidad resultante sería más igualitaria? 

En definitiva, todos los relatos son ventanas abiertas a una realidad terrible pero cercana, en la que lo extraño está demasiado imbricado con lo terrorífico, con esos aspectos inquietantes de lo cotidiano.
Si esta colección de cuentos no os ha turbado bastante o tenéis necesidad de más terror, en la misma editorial, está publicado "Los peligros de fumar en la cama".

AutorMariana Enriquez
EditorialAnagrama
Precio Aprox. 17 Eur.
Sentimiento*Inquietante
Valoración

Obtenido enBibliotecas de Barcelona

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