"De modo que caminamos sobre los cuerpos de aquellos muertos pobres. No están allá lejos, están debajo. Entiendo que el guía evite decirlo: mucha gente se asusta cuando sabe que camina sobre muertos. Aunque todos, en todas partes, más o menos, caminamos sobre mayor o menor cantidad de muertos. Hay muchos más muertos que vivos, es una verdad sencilla, y todos terminan hechos tierra."
Recuerdo que cuando enterramos a mi abuela a todos los nietos nos impresionó y nos dio un poco de escalofrío la inscripción que había en la puerta (ahora no recuerdo qué ponía, únicamente pervive la sensación); la combinación de orbayo, cielo encapotado y el silencio de las montañas creaba una atmósfera particular. En ese momento no aprecié la estructura y el entorno que brindaba el cementerio, pero cada vez que regreso me sobrecoge su belleza y su tranquilidad; además siempre aprovechor para darme una vuelta por el reducido espacio de tumbas y nichos.
No es que sea una fan incondicional de los cementerios, pero alguno he visitado; quizás por ellos me pareció fascinante la propuesta de Mariana Enriquez.
En la novela hace un recorrido por veinticuatro cementerios como el de los Inocentes de París, el de Poble nou o la isla prisión de Rosnet, y visitaremos tumbas de personajes ilustres como Marx, fosas comunes o tumbas con pequeñas historias cotidianas.
Un recorrido en que la autora combina un típico relato de viajes con referencias literarias, musicales, históricas, arquitectónicas.... Todo un universo, que lejos de ser macabro, conforma un relato magnífico sobre cómo hemos ido configurando nuestra perspectiva sobre el descanso eterno.
Veinticuatro cementerios, veinticuatro paseos llenos de emociones, historias y anécdotas de la mano de la prosa de Mariana Enriquez (que aunque cueste entrar, os aseguro que al final merecerá la pena).
Autor | Mariana Enriquez |
Editorial | Anagrama |
Precio Aprox. | 20 Eur. |
Sentimiento* | Epitafios |
Valoración | |
Obtenido en | Bibliotecas de Barcelona |
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