Han pasado quince años de los acontecimientos que ya conocemos y de la mano de tres narradoras (la tía Lydia, la hija de una familia de la clase dominante y una joven del Canadá) podremos completar el mapa de esta sociedad y quizás sabremos qué le pasó a Defred tras el abrupto final de la novela.
De momento, llama la atención el cambio de color en la portada y nos induce a pensar que encontraremos alguna que otra sorpresa en esta nueva entrega de una distopía que pone la carne de gallina.
Mañana será el día en el que en que podamos disfrutar de esta nueva novela de Margaret Atwood.
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