lunes, 5 de julio de 2021

Ritus de l'edat adulta (Octavia E. Butler)

   "Atkin va cridar, per la commoció i la frustració i la pena. Quan començava a conèixer un Home, l'home moria. El ser pare humà havia mort I Atkin nomes l'havia conegut a través de Nikanj. Tino era mort. Ara Iriarte era mort. Els seus anys haveis queda tallas, inacabadas."

Me quedé con tantas ganas de seguir la historia de Lilith, que no pude esperar para hacerme con el segundo volumen de la Saga Xenogénesis (ahora no me queda otra que esperar a la publicación de la tercera novela).

En un principio tuve un poco de desilusión porque pensaba que la historia  continuaría en el punto que lo dejó "Alba", sin embargo hace un salto temporal y nos presenta un escenario en el que los poblados de humanos-Oankalis están ya asentados y han nacido bastantes constructos (descendientes surgidos de la combinación genética de ambas especies). Estos poblados viven en una calma tensa con los resistentes (los humanos que no quisieron unir sus genes con los Oankalis) ya que no pueden tener descendencia y es una handicap que como especie se ven imposibles de superar.

Precisamente este segundo volumen cuenta el nacimiento, crecimiento y maduración de Akin (el primer constructor de sexo masculino) que es raptado poco después de nacer por unos bandidos que pretenden venderlo en algún poblado resistente o intercambiarlo por mujeres.
Aunque parece un bebe humano normal (al menos hasta la metamorfosis), su parte oankali se manifiesta con unas capacidades muy precoces que asustan a sus captores, que lo tratan de una manera brutal y sin empatía. Finalmente acaba en Fénix, el poblado donde se han establecido Tate y Gabe (¿los recordáis?) que acabaran adoptándolo y criándolo prácticamente.
Durante esta primera parte Atkin intentará adaptarse y aprender a ser humano, se enfrentará al miedo, a los ataques directos, intentará comprender las diferencias que los separan y combinar ambas visiones del conflicto resistentes-oankalis/humanos... Precisamente estos años le darán la base para ser mediador y formular una posible solución; sin embargo, durante este proceso (que hará único a Atkin), también lo marca como diferentes para los aonkalis, ya que al no estar durante el nacimiento de su hermana perderá la vinculación (lo que supone una tara importante en su adultez).

Una vez que Atkin regresa a Lo (su pueblo natal) se ve claramente que su parte humana se ha desarrollado mucho y se plantea la necesidad de que al igual que ha convivido con humanos, complete su formación con oankalis en  Chkahichdahk (y de paso intentar solucionar el vínculo roto entre su hermana y él).

En la última parte, Atkin, a modo de mediador, intenta hacer ver la injusticia que se ha cometido con los resistentes e intenta buscar una solución que repare los daños provocados.

Si bien al principio me pareció un poco más lento, aunque realmente pasaran bastantes cosas; me he encontrado que según avanzaba en la lectura iba profundizando en cuestiones que tienen mucha miga. Aquí hay cuestiones de individualidad, de adaptación/pertenencia al grupo, de desarrollo de roles, madurez, análisis del sentido de la existencia humana, de la vinculación al terreno, cuestiones culturales y sociales... Preguntas sobre la violencia y la contradicción humana, sobre la identidad de nosotros (y como contraposición los otros)....
Toda una amalgama de ideas muy interesantes que no pueden dejar indeferente y para las cuales la autora tiende ciertos hilos, pero que cierra a su particular manera (un poco como "Alba"). Y realmente al terminar sus páginas habréis completado un rito de paso (al más estilo de los señalados por Arnold Van Gennep).

AutorOctavia E. Butler
EditorialMai Més
Precio Aprox.24 Eur.
Sentimiento*Otra oportunidad
Valoración

Obtenido enBibliotecas de Barcelona

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