lunes, 3 de marzo de 2025

Neuromante (William Gibson)

   "Ciudad Nocturna era como un experimento demente de darwinismo social diseñado por un investigador aburrido que no levantaba el dedo del botón de avance rápido. Si dejabas de moverte, te hundías en ella sin dejar rastro, pero si lo hacías demasiado rápido, rompías la frágil tensión superficial del mercado negro."   

No soy muy fan del cyberpunk, pero dado que actualmente es difícil escapar de este imaginario me parecía coherente leer una novela icónica de este género (además ganó el premio Hugo).

Tenía presente que era una novela difícil de leer y densa, pero es que he ido perdida todo el rato (tenía que volver muchas veces atrás y releer constantemente). A su favor diré que tiene muchos elementos visuales (imposible no imaginarse Matrix); y es que desde esa primera frase ("El cielo sobre el puerto era del color de un canal desintonizado en la pantalla de una televisión") el autor te mete dentro de un atmósfera gris, llena de ruido blancos...

Y bajo este escenario encontramos a Case, un vaquero del ciberespacio que se gana la vida robando información, pero que después de su último trabajo ha perdido la capacidad de conectarse. 
Acabado, atrapado en un cuerpo, se dedica a consumir alcohol y drogas en cantidades industriales. Sin embargo, el destino parece darle una otra oportunidad cuando le ofrecen la cura a cambio de realizar un trabajo que se irá volviendo más peligroso y complicado según avanza el tiempo.
Case será utilizado y no sabrá de qué va el juego (igual que el lector), aunque realmente no le importa ya que él simplemente quiere sobrevivir (no penséis en un personaje como Neo que tiene un propósito porque no es el caso).

Al ser una novela del cyberpunk ya podéis prever que habrá inteligencias artificiales y muchos elemento tecnológicos y tecnicismos inventados (hay un diccionario disponible en la red); sin embargo lo que más me ha llamado la atención es que defina la Matriz como un no lugar. Automáticamente he pensado en Marc Augé (antropólogo), el cual define estos espacios como lugares de confluencia anónimos, donde las personas están durante un periodo de espera (estaciones, hoteles...).
Me ha parecido muy interesante, primero por no otorgarle la relevancia de lugar, cuando realmente ocupa mayoritariamente todos los sucesos de la novela. En segundo lugar por su característica de tránsito, anonimato y donde no se genera comunicación.

Otro aspecto que destacaría es todo el simbolismo que impregna la narración, ya sea con imágenes de insectos, utilizando sus colores, o los olores que recuerdan a iglesias... todo ello combinado con el impacto visual de su narración ofrece toda una experiencia sensorial (si vas perdido sobre la trama, al menos puedes ir degustando sensaciones).

Aún teniendo algunos pinceladas que me han parecido muy interesantes como la idea de regular el potencial de la IA y que ésta esté gestionada por la policía de Turing (simplemente genial) o la idea de conocer el nombre verdaderos de la IA, que inserta un componente mágico entre tanta tecnología... me ha resultado una lectura liosa, que me ha costado horrores terminar y que no he disfrutado.

No sé si le daré una segunda oportunidad de lectura, ya que mucha gente opina que gana con una relectura, pero lo que es incuestionable es que es una novela que se adelantó a plantear debates en el estamos inmersos ahora mismo.

Autor William Gibson
Editorial Minotauro
Precio Aprox.  9 Eur.
Sentimiento*  No lugar
Valoración

Obtenido en Intercambio

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