lunes, 8 de febrero de 2021

Yo, Julia (Santiago Posteguillo)

"Julia no replicó. Solo el tiempo y la sangre que se derramara diría quién de los dos tenía razón. Era como si hubiera una macabra apuesta en marcha. A doble o nada, a vida o muerte. Lo único que en aquel momento unía a todos, en mayor o menor, medida, era esa profunda sensación de miedo."

He pasado de un futuro distópico al pasado en un abrir y cerrar de libro; y cómo quien no quiere la cosa me he plantado en el Imperio Romano de 192 d.C. Aunque soy más del mundo griego (exceptuando si se relata la lucha de los pueblos celtas contra los romanos), me atrajo la idea de un relato histórico en el que se recuperara la ambición de una mujer por gobernar un imperio.

La novela simula ser el diario secreto de Galeno, el médico de la familia imperial; es él quien quiere recuperar la historia de Julia, que en apenas diez años paso de ser la extranjera siria a emperadora (tenía el título de augusta y mater castrorum) porque entiende que la historia se centra en los grandes eventos para la posteridad, pero hay grandes vacíos. 
Con la idea de subsanar estas lagunas, Galeno, hace la radiografía de una mujer sin igual; sin embargo creo que la imagen de Julia se perfila demasiado desde la perspectiva masculina (obvio dado el narrador) y en algunos momentos llega a ser cansina la veneración por su apariencia física, pero si logras acallar esos mosquitos durante la lectura puedes disfrutar de un cursas honorum sin parangón.

Julia de origen sirio está casada con Severus, gobernador de Panomia Superior (uno de los tres gobernadores más poderosos; lo otros son Albino gobernador de Britania y Niglo gobernador de Siria). Dado la relevancia de estos gobernadores sus mujeres son retenidas como rehenes dentro de la ciudad de Roma. Pero Julia ve su oportunidad cuando Cómodo, el actual emperador, es asesinado y comienza una lucha sin cuartel por el control de todo un imperio (aunque ella apunta mucho más alto).
El nuevo emperador elegido es el senador Pértinax, al cual se lo comen con patatas en nada (crónica de una muerte anunciada desde el inicio); ahora la lucha es económica y es Juliano quien compra el cargo de emperador (dinero obtenido del comercio de esclavos). Sin embargo, dado que Roma está sumergida en conspiraciones y una pugna constante por hacerse con el pode, Juliano acaba muerto.
Cada vez quedan menos contendientes y es el momento que aprovecha Nigro para autoproclamarse emperador, lo que hará que comience una guerra civil. Finalmente solo quedarán dos contendientes en la partida: Albino y Severus (quizás la parte más interesante y de mayor tensión) y con la que termina el libro.

Aún siendo una historia con muchos elementos fascinantes como intrigas, muertes, batallas, traiciones.... y todo ello en el marco del atrayente mundo romano, me ha resultado un poco pesado en algunos momentos (no sé si por la cantidad de información que no me interesaba lo más mínimo). Sin embargo, después de leer la nota histórica en la que Posteguillo cuenta un poco el recorrido de cómo llegó al personaje y el asombro al ver que nadie había contado la historia de Julia, me ha transmitido ese entusiasmo por recuperar la memoria histórica (aunque se a modo de ficción). 

AutorSantiago Posteguillo
EditorialPlaneta
Precio Aprox.23 Eur.
Sentimiento*Veni, Vidi, vici
Valoración

Obtenido enBibliotecas de Barcelona

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