Tras enviar la última parte de la tetralogía de "El mar de la fertilidad, intenta convencer a los soldados de las Fuerzas de Autodefensa de Japón para que den un golpe de estado, no lográndolo se suicida ritualmente realizando sepukku; así se perdía uno de los escritores más grandes del siglo XX.
Durante una época me dediqué a leer toda sus novelas (creo que únicamente me quedan dos por leer) y a pesar de que en el blog tengo mayoritariamente reseñadas las que menos gustaron os recomiendo la tetralogía (lectura imprescindible), "El marino que perdió la gracia del mar" o "Confesiones de una máscara".
Después de la recomendación, creo que tengo el deber moral de avisar que Mishima no está hecho para todo el mundo y las personas a las que se lo he recomendado, me han odiado durante un tiempo.
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