lunes, 8 de octubre de 2018

Siempre hemos vivido en el castillo (Shirley Jackson)

"Vaig mirar com escombrava el got; avui seria un dia resplendent, ple de cosetes espurnejants. No feia falta que m'afanyés a esmorzar perquè avui no podria sortir fins que netegéssim la casa, així que vaig fer el ronso, vaig beure'm la llet a poc a poc mentre mirava en Jonas."

El reto me está dando la excusa perfecta para ponerme al día con la lectura de algunas escritoras que llevan tiempo revoloteando por mi mente; nombres que se van quedando varados de tanto verlos surgir por las redes, en comentarios, opiniones... Es el caso de Shirley Jackson que durante esta última temporada ha tenido un resurgir de su obra (o eso me lo parece a mí) y ya le tenía muchas ganas (aunque hubiera preferido empezar por "La lotería").

En mi primera aproximación he de reconocer que me he quedado un poco tocada, quizás porque me esperaba otra cosa y me ha pillado a contrapié; pero también porque, a pesar de no ser lo que me imaginaba, ha logrado gestar una atmósfera inquietante y que me ha dejado mal cuerpo (tengo la sensación de que se ha incrustado en mi ropa y la voy arrastrando por todos lados)

Creo que en este relato la historia no es lo más relevante, es un ardid para meternos de lleno en un ambiente enrarecido y lleno de excentricidades, pero a la vez con cierto grado de ternura y amor. Y cuando ya empiezas a ver ese mundo como normal, empiezas, más o menos, a empatizar con las rutinas de los protagonistas, llega otro personaje que hace que el ambiente sea sofocante y denso (he tenido la sensación de experimentar como un cambio de atmósfera o como cuando entras a un sitio y sabes que algo ha pasado).

La narración cuenta a cargo de Merricat Blackwood, que ya desde la primera página nos pone en situación: toda su familia está muerta (excepto su hermana Constance y su tío Julian). A partir de esta declaración inicial asistimos al día a día de esta familia llena de rarezas y que vive aislada: Merricat que a pesar de tener dieciocho años se comporta como una niña pequeña enterrando cosas, buscando palabras mágicas y pensando en irse a vivir a la luna; Constance dedicada a la casa y a cuidar de su tío y que jamás pasa más allá del jardín, y por último el tío Jonas que está enfermo y obsesionado por escribir un libro con lo sucedido a su familia (y será por sus recuerdos que conozcamos lo sucedido).
Todo ello se vuelve más extraño, si puede, con la llegada del primo Charles.

Y el final no es que sea espectacular, pero te deja con una sensación de... (buscando palabras).

En definitiva, un libro que no recomendaría a todo el mundo, pero que todo el mundo debería leer.

AutorShirley Jackson
EditorialL'Altra editorial
Precio Aprox.18 Eur.
Sentimiento*Necesito segunda lectura
Valoración
Obtenido enBibliotecas de Barcelona

No hay comentarios:

Publicar un comentario