El colapso de libros puede ser de dos tipo: el de la torre de libros pendientes que crece en progresión geométrica y la de libros leídos pero que no he hecho entrada en el blog. Este segundo caso se produce cuando tengo algo más de tiempo libre o los libros son de menos de 500 páginas, con lo que se puede dar la paradoja de que lea varios libros pero no tenga tiempo/ánimos suficiente para hacer la entrada y quedan en el limbo de "novelas-leídas-pendientes-de-tener-su-lugar-en-el-blog" (algunas no lo lograran y otras quedaran escritas, pero en el banquillo a la espera de salir a escena).
Es el caso de la última parte de la trilogía La espía traidora que se ha quedado pendiente y nunca encontraba el momento de hacer la entrada, pero como me sabía muy mal tener los dos primeros libros y dejar la historia justo al borde del final he decidido hacer la entrada ahora (aunque hace ya un tiempo que la terminé).
La trilogía se cierra con el final previsible que ya se vislumbraba en la novela anterior (en ese sentido no reviste ninguna novedad).
Lorkin regresa a la capital Sachaka con la idea de trabar un acuerdo con Kyralia, pero según vuelve aparecer en escena es hecho prisionero por el rey sachakano (lo que obviamente creará tensiones diplomáticas). Por su parte Sonea y Regin se encuentran con una delegación de Traidores y realizará un interesante descubrimiento sobre el páramo (bien, porque explica el motivo de sus existencias; mal porque aprovecha la coyuntura para calzar un poco de romanticismo bastante forzado).
Y, por supuesto, todo confluye en una última batalla en la que Kyralia colaborará con los Traidores para destruir a sus antiguos enemigos.
Un final de trilogía sin sorpresas y que la autora podría haber condensado en dos libros (por no decir en uno) y hubiera sido una historia entretenida.
Me empiezo a plantear abandonar definitivamente esta autora, ya que no acabo de encontrar que acabe de convencerme los planteamientos de la historia, el desarrollo de la misma o las implicaciones psicológicas de los personajes; eso sí, puede ser un elemento a tener en cuenta cuando la fiebre nuble mi mente.
Es el caso de la última parte de la trilogía La espía traidora que se ha quedado pendiente y nunca encontraba el momento de hacer la entrada, pero como me sabía muy mal tener los dos primeros libros y dejar la historia justo al borde del final he decidido hacer la entrada ahora (aunque hace ya un tiempo que la terminé).
La trilogía se cierra con el final previsible que ya se vislumbraba en la novela anterior (en ese sentido no reviste ninguna novedad).
Lorkin regresa a la capital Sachaka con la idea de trabar un acuerdo con Kyralia, pero según vuelve aparecer en escena es hecho prisionero por el rey sachakano (lo que obviamente creará tensiones diplomáticas). Por su parte Sonea y Regin se encuentran con una delegación de Traidores y realizará un interesante descubrimiento sobre el páramo (bien, porque explica el motivo de sus existencias; mal porque aprovecha la coyuntura para calzar un poco de romanticismo bastante forzado).
Y, por supuesto, todo confluye en una última batalla en la que Kyralia colaborará con los Traidores para destruir a sus antiguos enemigos.
Un final de trilogía sin sorpresas y que la autora podría haber condensado en dos libros (por no decir en uno) y hubiera sido una historia entretenida.
Me empiezo a plantear abandonar definitivamente esta autora, ya que no acabo de encontrar que acabe de convencerme los planteamientos de la historia, el desarrollo de la misma o las implicaciones psicológicas de los personajes; eso sí, puede ser un elemento a tener en cuenta cuando la fiebre nuble mi mente.
| Autor | Trudi Canavan |
| Editorial | Plaza & Janés |
| Precio Aprox. | 7 Eur. |
| Sentimiento* | Final trilogía |
| Valoración |  |
| Obtenido en | E-book |
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