"Estas son las cosas que no debo olvidar. Me crié en el clan Liu en las montañas rocosas occidentales, al sur de Pekín. el primer nombre documentado de nuestra aldea fue Corazón inmortal. Tita Querida me enseñó a escribirlo en la pizarra."
La relación con las madres puede comportar muchos conflictos que no se suelen resolver con los años; al contrarío, quedan en un estado de latencia para aflorar en los momentos menos oportunos o de más tensión emocional.
En mi caso hay pequeños aludes de conflictos que ya no podré resolver, ya que tras un "accidente" mi madre se convirtió en otra persona (incluso le han cambiado los gustos en la comida) y gracias a eso, puedo afirmar que a pesar de todos los enfrentamientos, discrepancias y malos rollos; el hecho es que cuando una madre muere, perdemos mucho.
Precisamente es este tipo de relación conflictiva la que Amy Tan refleja en el libro: una madre (Luling) que sufre Alzheimer y una hija (Ruth) que nunca ha entendido el comportamiento de su madre. Dos mujeres alejadas culturalmente que no han encontrado ningún punto de conexión y ahora que su madre comienza a perder la memoria, es precisamente cuando empieza a saber toda la verdad y quizás puedan lograr ese momento de empatía que han buscado durante años.
Cuando Ruth encuentra unas hojas escritas en chino empieza a comprender esa figura ajena que es su madre. En los papeles Luling escribe para no olvidar sus orígenes y los hechos más importantes de su juventud antes de emigrar a EEUU. A su vez, Ruth irá recordando lo extraña y alejada que se sentía del resto de compañeros/as debido al comportamiento de su madre, a las costumbres que le intentaba inculcar o las ideas que iba repitiendo día tras día (como las amenazas de suicidio).
Al final el conjunto nos ofrece un relato global en el que se remarca la importancia de conocer nuestros orígenes para comprender cómo hemos llegado al presente.
Una historia contada a dos voces que, por un lado, remarca sutilmente (muy sutilmente) la diferencia cultural de los hijos de emigrantes y, por otro, nos adentra en esa China más humilde que asistió a los acontecimientos de la Segunda guerra sino-japonesa, la guerra civil china... sin saber muy bien qué estaba pasando y cómo sobrevivir a los cambios que se producían. Y aunque el marco de referencia me ha gustado y la historia logra engancharte por el misterio de saber el secreto que ha ocultado la familia durante décadas, me ha faltado algo que no logro identificar (además el final me ha parecido bastante ñoño e insulso).
En mi caso hay pequeños aludes de conflictos que ya no podré resolver, ya que tras un "accidente" mi madre se convirtió en otra persona (incluso le han cambiado los gustos en la comida) y gracias a eso, puedo afirmar que a pesar de todos los enfrentamientos, discrepancias y malos rollos; el hecho es que cuando una madre muere, perdemos mucho.
Precisamente es este tipo de relación conflictiva la que Amy Tan refleja en el libro: una madre (Luling) que sufre Alzheimer y una hija (Ruth) que nunca ha entendido el comportamiento de su madre. Dos mujeres alejadas culturalmente que no han encontrado ningún punto de conexión y ahora que su madre comienza a perder la memoria, es precisamente cuando empieza a saber toda la verdad y quizás puedan lograr ese momento de empatía que han buscado durante años.
Cuando Ruth encuentra unas hojas escritas en chino empieza a comprender esa figura ajena que es su madre. En los papeles Luling escribe para no olvidar sus orígenes y los hechos más importantes de su juventud antes de emigrar a EEUU. A su vez, Ruth irá recordando lo extraña y alejada que se sentía del resto de compañeros/as debido al comportamiento de su madre, a las costumbres que le intentaba inculcar o las ideas que iba repitiendo día tras día (como las amenazas de suicidio).
Al final el conjunto nos ofrece un relato global en el que se remarca la importancia de conocer nuestros orígenes para comprender cómo hemos llegado al presente.
Una historia contada a dos voces que, por un lado, remarca sutilmente (muy sutilmente) la diferencia cultural de los hijos de emigrantes y, por otro, nos adentra en esa China más humilde que asistió a los acontecimientos de la Segunda guerra sino-japonesa, la guerra civil china... sin saber muy bien qué estaba pasando y cómo sobrevivir a los cambios que se producían. Y aunque el marco de referencia me ha gustado y la historia logra engancharte por el misterio de saber el secreto que ha ocultado la familia durante décadas, me ha faltado algo que no logro identificar (además el final me ha parecido bastante ñoño e insulso).
Autor | Amy Tan |
Editorial | Planeta |
Precio Aprox. | 9 Eur. |
Sentimiento* | Madre no hay más que una (y menos mal :P) |
Valoración | |
Obtenido en | E-Book |
Acabo de revisar el otro libro que leí de la autora ("El Valle del asombro") y he visto que en su día le puse dos libros (en mi memoría lo recuerdo como bastante agónico, así que ese día estaba generosa).
Por contra, esta novela me ha resultado entretenida y que sin ahondar demasiado en el aspecto psicológico logra construir dos perfiles bastante atrayentes para que se mantenga la historia (la parte que más me ha gustado es el manuscrito de Luling).
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