lunes, 1 de mayo de 2017

Viajeras, intrépidas y aventureras (Cristina Morató)

"Hester Stanhope nació en 1776 y vivió más de sesenta intensos años en el árido desierto que se convirtió en su único hogar."


Después de mi entusiasta lectura de "Las reinas de África"  me he llevado un gran chasco con este libro.

El recorrido que la autora pretende hacer por un gran número de mujeres acaba siendo desordenado, demasiado breve (el que mucho abarca poco aprieta) y con una narración bastante tosca. Al final tienes la sensación de haber sido empujada sin miramientos de un relato a otro. La autora no da la oportunidad de profundizar y los capítulos se convierten en telegramas de unas vidas que seguramente fueron apasionantes. 
Tampoco me ha gustado que las fotos estén todas juntas a mitad del libro y que dentro del correspondiente capítulo no haya una nota indicándote la foto que pertenece (admito que estos son manías personales, pero ya puestos...)

El libro está estructurado en varios bloques bien diferenciados (algunas partes son claramente el embrión de "Las reinas de África") que hace un recorrido por todo el planeta y todas las épocas. 
Entre estas páginas podremos encontrar a Gertrude Bell, Anna Leonowens, Isabel Arundell, Annie Taylor y muchas otras mujeres que, aunque olvidadas por la historia, marcaron su impronta dentro de la exploración y la búsqueda de conocimiento.

Un libro que podría haber recuperado una parte importante de la historia, pero que se queda en "un quiero, pero no puedo". 

Al leerlo he tenido la impresión de asistir a la lectura de una tesina y que a partir de éste ha desarrollado libros con una mayor profundidad y mejor escritos.

AutorCristina Morató
EditorialDebolsillo
Precio Aprox.9 Eur.
Sentimiento*Decepcionante
Valoración
Obtenido enEncontrado

Fe de erratas: En la primera edición de abril de 2005:
 - Pág 33: "La Balthasar fue famosa..." (interferencia lingüística entre castellano y catalán).
 - Pág 179: "Pero la Kingsley no sólo realizó los estudios de campo..." (van dos).
 - Pág 199: " Su mejor arma fue el mango de su sombrilla y su sentido del humor que la salvaron la vida en más de una ocasión." (aquí igual meto la pata, pero lo correcto no sería el artículo "le")

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