Llevo unos días recordando dos libros que nunca regresaron a casa después de dejarlos, y es que todos los lectores hemos sufrido esta pérdida (y si no es el caso y eres de ese 1% afortunado que sepas que te envidio profundamente).
El intercambio de libros me apasiona, tanto que lo primero que hago cuando voy a una casa es mirar la biblioteca; y claro, lo normal es que me marche con un par para casa (que procuro devolver en el plazo más breve posible).
En este trueque de libros hay algunos que no encontraron el camino de regreso, y como la Ley de Murphy se cumple, siempre son aquellos libros que tienen un significado más especial para ti o los que tienes más cariño.
En mi caso son dos (aunque seguro que si me pongo a pensar me salen más): Nieve en primavera de Mishima y Sexo y temperamento de Margaret Mead.
Tanto me he obsesionado estos días con estos libros, que creo que me los acabaré comprando otra vez y por su puesto que no los dejaré a nadie.
Y vosotros/as ¿tenéis algún libro que no ha encontrado el camino de regreso?
PD: "El camino de regreso" es una canción de Ismael Serrano que me encanta
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