lunes, 29 de enero de 2024

Las mujeres (T. C. Boyle)

"Se sumieron en la rutina: Frank pasaba el tiempo bien en el estudio, bien fuera, con los hombres dando órdenes, siempre más exigente que el mismísimo Demiurgo, mientras que el resto de cosas eran asunto de ella, y eso era bueno, la llenaba de vida, porque era trabajo y eso mimos había hecho para Georgei y ahora haría por Frank, su marido."

Ni idea de quién era Frank Lloyd Wright, mi incultura alcanza grandes niveles en ciertas ocasiones. Pero google viene al rescate y me informa de que fue un arquitecto conocido por una filosofía de la arquitectura orgánica, autor de obras tan emblemáticas como Guggenheim New York, el hotel Imperial de Japón, la Casa de la Cascada (vale, esa imagen si que la tenía en mente, pero sin asociar a un nombre) o la archiconocida Taelesin (renacida como ave Fenix en dos ocasiones).

La arquitectura queda lejos de mi zona de interés y no tengo predilección por la obra de Wright, ni siquiera era consciente del personaje; pero me resultaba atractiva la premisa del libro: presentar la biografía ficcionada del arquitecto visto desde la visión de sus compañeras. A priori, un ejercicio interesante de biografía, más cuando la cronología es inversa; es decir comenzamos con el encuentro con Olgivanna, para pasar a Miriam y Mamah. Tres mujeres que marcaron la trayectoria del arquitecto y que nos ofrece una perspectiva completa del genio visionario del siglo XX. Pero creo que la novela adolece de ciertas carencias y que no está a la altura narrativamente de "Los Terranauras",

Guggheim NY
El inicio es una auténtica jaula de grillos que resulta, cuanto menos, desconcertante; el arquitecto está con su nueva pareja (Olgivanna) y la anterior (Miriam) quiere demandarle, sus proyectos hacen aguas por todos lados... su vida es expuesta en medios de comunicación y se enfrenta a demandas, juicios...
Poco a poco y retrospectivamente vamos construyendo la identidad del diseñador de interiores, genio de la arquitectura, pero con cierta tendencia al caos, al descontrol financiero y la contabilidad flexible (directamente podría definirse como trilero). 

Un relato que nos adentra en una vida llena de turbulencia amorosas, desencuentros financieros, creación de comunas (cuanto menos cuestionables en el aspecto pedagógico, ya no digamos humano)... Un intento de comprender el personaje marcado por la perdida traumática de su amor en un incendio provocado, pero que no acaba de funcionar.

Una historia estrambótica donde la realidad supera la ficción (con creces) que nos adentra, de la mano de un estudiante, en el ámbito más doméstico y terrenal del arquitecto. Narra su experiencia con el gran arquitecto, sus impresiones y sus recuerdos de esos años en Talesin en el que se mezclan sus primeras experiencias con el amor y su camino hacia la madurez... Una narración poco objetiva y afectada por la estela de la figura de Lloyd Wright, pero que nos acerca a esos años convulsos marcados por las exclusivas que sus protagonistas hacen (unos años en los que el arquitecto es noticia por las demandas o porque se ve obligado a camuflar a su nueva amante como ama de llaves, las declaraciones de Miriam y su adicción a la morfina... donde la arquitectura casi quedaba olvidada tras los escándalos).

Casa de la cascada
Es interesante como el narrador, muchas veces, rompe la tercera pantalla en los prólogos que preceden a cada una de las partes de la novela; una retahíla de reflexiones sobre los acontecimientos con la perspectiva que da el tiempo y que nos acerca a una de las figuras más controvertidas del siglo XX. 

Amantes, mujeres, proyectos, prensa rosa... se entremezclan en una biografía peculiar que no logra recrear el interés, ni la empatía por sus personajes. Al contrario, da una visión mediocre del arquitecto y tampoco logra resarcir a las mujeres de su entorno, las cuales quedan retratadas como una justificación del devenir de Lloyd (traumatizado por la pérdida de su gran amor).

El planteamiento del libro, como una cronología inversa en la que se reconstruye la historia desde el final hacia el origen, para justificar y comprender el desarrollo personal del arquitecto (que tiene un reflejo en su obra), puede tener su razón de ser pero me ha dejado un vacío en el inicio que no he logrado llenar a pesar de comprender el punto de inflexión que supuso la muerte de Mamah.
Al final el ejercicio de perspectiva queda un poco en el aire porque en realidad es la visión de un estudiante que recuerda aquellos años convulsos e intenta reconstruir los acontecimientos desde la perspectiva de Olgivanna, Mirian y Mamah.

Interesante en cuento pone el foco en las mujeres, pero me esperaba más de este recorrido por los grandes items de la arquitectura.

AutorT. C. Boyle
EditorialImpedimenta
Precio Aprox.27 Eur.
Sentimiento*Arquitectura orgánica
Valoración

Obtenido enBibliotecas de Barcelona


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