lunes, 24 de abril de 2023

Tostonazo (Santiago Lorenzo)

  "El equipo (y yo me sentía muy equipo) tomó a Sixto un asco espantoso. No podía reprochársenos nada. El Delegado evolucionaba cada vez más como un experto de chichinabo por todas las áreas de trabajo. Cosa que rechinaba dijéramos que con chirrido agrio entro los miembros de la banda.

Si situamos el síndrome del impostor en el extremo de una recta, en el contrario tendríamos el efecto Dunning-Kruger (que se podría sintetizar en: un incompetente que se considera competente). Ambos son de convivencia habitual, pero quizás este último plantea una mayor problemática a la hora de convivir con alguien de este tipo. Y es que los cuñaos (como son conocidos actualmente) han salido a la palestra con fuerza y han copado todas las áreas sociales (¿quién no tiene uno /varios cuñaos en su vida?). Pero no caigamos en la trampa de creer que este nuevo perfil es el único que pulula incordiando y haciendo las cosas al resto más difíciles, porque no es el caso; tenemos todo un repertorio de básicos que ejercen con alevosía, prepotencia y soberbia, y que además van aleccionando a las generaciones más jóvenes sobre los cánones de la vida ("una guerra teníais que pasar", "con Franco se vivía mejor"...).

A pesar de que estos perfiles parecen eclipsar todas las miradas, existen personas que nos hacen más llevadera la existencia, que facilitan el día a día y hacen la vida posible. Son elementos que equilibran la balanza de todo lo malo que ha pasado y pasará, porque son anclajes a los que regresar para retomar fuerzas.

El protagonista de la novela recapitula sobre su vida analizando los perfiles con los que se ha ido encontrando a lo largo de su recorrido vital. Después de una infancia en un colegio religioso, unas expectativas de felicidad muy limitadas y una juventud aferrada al orujo blando, acabó en el cine; donde iniciaría su carrera laboral y se sería testigo de un rodaje demencial saboteado por Sixto (un incompetente con poder que se considera competente). Tras la experiencia (que tiene momentos memorables como la celebración del cumpleaños) como tiene ni oficio, ni beneficio y lo del cine parece que está en punto muerto, el protagonista acaba en Ávila trabajando como cuidador de Pacomio, su tía abuelo que es un personaje de incultura y mala hostia infinita; pero por contra, también encontrará la amistad de Bertrand y una nueva manera de enfocar la carrera profesional/personal.

Todo un recorrido vital de cómo buscarse la vida y ser bueno en algo (sin más propósito que disfrutar de lo que se hace, sin pretender la fama y la adulación pública). Por ende, la historia habla de la fauna social que nos encontramos día a día en los puestos de trabajo y que suelen ser elementos de poder social (lo que no ofrece una radiografía amable de nuestra sociedad y, ya que nos ponemos, sin perspectiva de mejora).

Al igual que pasaba en "Los asquerosos", nuevamente, la narración apenas tiene diálogos y el lenguaje es un juego de palabras que roza el metalenguaje y nos arrastra a entrar en una historia plagada de situaciones cómicas, inverosímiles, ridículas o, simplemente, impactantes.

AutorSantiago Lorenzo
EditorialBlackie Books
Precio Aprox.20 Eur.
Sentimiento*Weimar
Valoración

Obtenido enLibrería Bosch

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