La idea es que en lugar de pedir prestado un libro, puedas pedir prestada una persona (esto suena fatal) para compartir historias personales de su vida durante 30 minutos, con la idea de romper estereotipos y conocer otras realidades.
Las personas que se ofrecen como voluntarias para compartir sus historias son voluntarias y suelen ser personas emigrantes, enfermos, refugiados....
En la actualidad hay más de 80 países que cuentan con una biblioteca humana; yo he participado alguna vez y es una experiencia dura, interesante y reveladora.
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