"A una edad temprana, allí, en el Dickens, llegué a la conclusión de que la vida es una sucesión de historias de amor, y de que cada una de ellas es la respuesta a otra anterior."
Todavía estoy sobreponiendome al shock de que los colegios hayan decidido no hacer regalos el día del padre por no traumatizar a los niños, ni discriminar a otras estructuras familiares. Señores/señoras que deciden estas cosas, no creo que tomar tal medida de ecuanimidad beneficia a nadie; el esconder el día del padre, por no herir sensibilidades en otro tipo de familias, no nos hace más permisivos e integradores.
Yo durante años lleve regalo del día del padre y se lo daba la mar de orgullosa a mi madre, no veo el problema (mi madre tenía dos días para ella).
Es lo que le pasa al protagonista de esta historia, J.R. Moehringer que nota profundamente la ausencia de su padre, ya que su universo está lleno de mujeres; por ello se ve empujado a buscar referentes masculinos con los que identificarse y que mejor lugar que el bar donde trabaja su tío Charlie.
Un bar que se convertirá en refugio, en escuela, en lugar de reunión de amigos, un sitio donde encontrar consejo, donde poder hundirte para volver a enfrentarte con el mundo...
Aunque el libro surge de una ausencia, está plagado de presencias masculinas y femeninas.
La historia nos arrastra por el camino que recorre ese niño triste, perdido y prematuramente preocupado hasta convertirse en un adulto caótico, que busca su lugar entre los adultos y a la vez cumplir las expectativas que se anteimpuso en la infancia.
Un recorrido lleno de personajes inolvidables, de anécdotas duras y tiernas; un libro plagado de momentos extrañamente familiares que se te clavará en el corazón.
Yo durante años lleve regalo del día del padre y se lo daba la mar de orgullosa a mi madre, no veo el problema (mi madre tenía dos días para ella).
Es lo que le pasa al protagonista de esta historia, J.R. Moehringer que nota profundamente la ausencia de su padre, ya que su universo está lleno de mujeres; por ello se ve empujado a buscar referentes masculinos con los que identificarse y que mejor lugar que el bar donde trabaja su tío Charlie.
Un bar que se convertirá en refugio, en escuela, en lugar de reunión de amigos, un sitio donde encontrar consejo, donde poder hundirte para volver a enfrentarte con el mundo...
Aunque el libro surge de una ausencia, está plagado de presencias masculinas y femeninas.
La historia nos arrastra por el camino que recorre ese niño triste, perdido y prematuramente preocupado hasta convertirse en un adulto caótico, que busca su lugar entre los adultos y a la vez cumplir las expectativas que se anteimpuso en la infancia.
Un recorrido lleno de personajes inolvidables, de anécdotas duras y tiernas; un libro plagado de momentos extrañamente familiares que se te clavará en el corazón.
| Autor | J.R. Moehringer |
| Editorial | Duomo |
| Precio Aprox. | 20 Eur. |
| Sentimiento* | Me voy a tomar una caña |
| Valoración |  |
| Obtenido en | Bibliotecas de Barcelona |
Fe de erratas: En la tercera edición de noviembre de 2015:
- Pág 104: "Ellas no entendían que el tío Charlie, com el tío Ruth, nunca explicaba nada." (La identidad sexual de tía Ruth en entre dicho.... pobre tía Ruth).
- Pág 294: " .... y revisar microfilms de números atrasados de periódicos, lo que no contribuyó a mejorar de humor." (creo que debería poner "lo que no contribuyó a mejorar mi humor").
- Pág 294: " .... y revisar microfilms de números atrasados de periódicos, lo que no contribuyó a mejorar de humor." (creo que debería poner "lo que no contribuyó a mejorar mi humor").
- Pág 400: "McGraw y no nos reímos" (¿una doble negación es afirmación? "McGraw y yo nos reímos").
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