Hemos tenido un par de fines de semana muy movidos, primero con Món Llibre y después con Sant Jordi.
En un cuentacuentos |
Món Llibre son dos días de no parar con multitud de actividades. Este año hemos ido a varios cuentacuentos, talleres e incluso nos ha dado tiempo a ir al cine.
Además de las actividades organizadas hay espacios especiales para los peques como la biblioteca, las pizarras o una zona de juego.
Un detalle que es de agradecer a la organización es que existiera un espacio donde dejar las sillas y cochecitos, lo que facilitaba mucho el moverse dentro del recinto.
La biblioteca de los más peques |
Y el fin de semana siguiente volvimos a salir para celebrar Sant Jordi.
Al caer en sábado, ya a las 11:30 de la mañana ya era difícil caminar y disfrutar de los puestos, pero como somos así de valientes paseamos, compramos libros y hasta nos fuimos a alguna firma.
He de decir que este año me he contenido, ya que tengo un cúmulo importante de libros por leer y también porque me siento muy culpable ya que aún no me he leído uno de los libros que compré en el Sant Jordi del año pasado. Eso sumado a la cantidad de gente hacía imposible acercarte a los puestos de libros.
El botín familiar. No se ve la rosa, pero mis chicos no se olvidaron de regalarme una |
No os voy ha hacer un recorrido por todo mi Sant Jordi, pero si que merecen mención especial el puesto de Orciny Press por ser tan amables y hacernos recomendaciones (el próximo año no dejéis pasar la oportunidad de visitarlos).
Y Sergi Álvarez (autor de "Nunca digas Vodka, nunca jamás") que firmaba en el stand de Orciny Press; y a pesar de habernos dejado el libro en casa (no comment) pudimos hacernos una foto con él y charlar un par de minutos.
También fuimos a la firma de Marwan y aunque casi muero en el intento, ya que para una persona del norte como yo hacía un calor infernal, al final conseguí mi libro firmado.
Al llegar a la mesa Marwan comentó que pensaba que no iba a haber nadie, y mi primer pensamiento fue: "al final del día seguro que tienen que entablillarte la mano".
Durante la firma es de agradecer que con cada persona se tomara su tiempo, le diera dos besos y les dedicara unas palabras.
Yo iba con el peque incorporado y Marwan no solo me habló a mí, si no que además, tuvo el detalle de hablar y hacer alguna gracia al peque (y a pesar de que el "trasgu" es bastante antisocial se rió).
Y por supuesto, para terminar nuestro día de Sant Jordi no podía faltar nuestra tradicional visita a Anna Manso.
Cuando llegamos y nos pusimos a mirar que libro podíamos comprar, nos reconoció (ya son tres años seguidos que vamos a la firma); y al final nos llevamos dos libros :)
En el tintero me quedan muchas experiencias y cosas que me pasaron ese día, pero mejor me pongo a leer mientras espero que vuelva a ser Sant Jordi.
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