"Después hemos intentado recordar de qué hablamos, en el coche, aquel domingo por la mañana. Es igual que se olvide todo tipo de cosas; si lo recordáramos todo, nos volveríamos locos. Pero hay días, sobre todo días en que pasan cosas que normalmente no pasan, que no se te olvidan nunca."
Hay libros que parecen revelarse y me cuesta mucho escribir la entrada en el blog, quizás porque generan demasiados sentimientos y pensamientos (o simplemente es el bloqueo a plasmar algo que ha removido algunos recuerdos).
Es el caso de esta breve e intensa novela de Gerbrand Bakker.
Klaas, Kees (gemelos) y Gerson son tres hermanos que tienen una vida normal, suelen jugar a "Negro" (un juego en el que no se puede abrir los ojos). Pero todo cambia cuando tienen un accidente y Gerson pierde la visión; toda la familia tendrá que reubicar roles y plantearse un nuevo futuro que implique que Gerson es ciego.
El autor combina varias voces narrativas (los gemelos, Gerson e incluso el perro Daan), sin embargo a veces me perdía ya que había ciertas incoherencias en el uso de las personas o no sabias bien quien narraba en cada momento.
A pesar de todo, es una obra directa y construida con frases cortas que va evolucionando de un clima, más o menos, apacible hasta llegar a un final de tristeza tranquila (a la que aún le estoy dando vueltas en la cabeza).
Autor | Gerbrand Bakker |
Editorial | Rayo verde |
Precio Aprox. | 16 Eur. |
Sentimiento* | Dulce |
Valoración | |
Obtenido en | Intercambio |
PD: Yo he leído el libro en catalán y, sin lugar a duda, me parece mucho más bonita la portada.
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