
"Pero la pena también me aguijonea a mí. No es justo. Muchos niños van al bosque, hacen hogueras, acampan. Para ellos ni siquiera es especial. Puede que todo eso del Asesino me haya puesto triste, o igual es que yo también estoy cansado de la casa. El caso es que digo que sí."
Le tenía muchas ganas a este libro y ahora que las horas de luz menguan, los colores del paisaje tienden hacia los ocres, estamos cerca de la fiesta de los difuntos... ¿Quién se puede resistir a una buena historia de terror? (además había visto muy buenas críticas).
La sinopsis vestía bien: una niña desaparecida, una hermana traumatizada que sigue buscándola años después, un sospechoso que vive aislado en una casa tapiada... Elementos que conforman una atmósfera asfixiante llena de oscuridad, secretos y que juega con el lector cambiando entre diferentes puntos de vista; y, es precisamente, a través de estos relatos que podremos ir averiguando lo que pasó aquella tarde en la que Lulu desapareció (porque nada es lo que parece, aunque podemos ir siguiendo las pistas).
Las voces que conforman el relato son las de Ted, Olivia y Dee (aunque hacia el final se incorporara alguna más).
Ted fue el principal sospechoso y aún recuerda a la niña del Helado (desde ese día ha pesado como una losa y los recuerdos no son del todo claros). Ahora vive con un gato negro y su hija Lauren cuando viene de visita; y de vez en cuando se escapa al bosque para ver a los dioses.
La segunda voz es la de Olivia, un gato que consulta la biblia y que su misión es cuidar de Ted.
Por último, está la hermana de Lulu, Dee, cuya vida se desmoronó cuando su hermana desapareció, todos los planes de futuro se hicieron añicos, su familia se rompió... pero todo se solucionará si encuentra a Lulu. Ahora tiene un plan y se ha trasladado a la casa de enfrente de Ted para obtener pruebas incriminatorias y rescatar a su hermana.
El eje de toda la historia es Ted, el sospechoso principal de la desaparición; un personaje siniestro cuya mente es un batiburrillo. Pero lo extraño y perverso va adquiriendo tintes más trágicos según te adentras en la historia, en la mente de Ted.
No quiero destripar la historia, porque lo interesante del relato es el juego que la autora nos propone (insisto, estar atentos a los detalles). Todo ello hace que el inicio sea rarísimo y quizás ese juego del despiste genere demasiado caos y se haga pesado (entiendo quien ha abandonado el libro perfectamente) y no diré que el giro final merece la pena el esfuerzo, pero si que es un componente muy interesante y que he visto pocas veces.
Una novela extraña que se aprovecha de componentes clásicos (como la casa lúgubre) para hablar sobre los monstruos y las consecuencias que dejan a su paso.
Autor | Catriona Ward |
Editorial | Alianza |
Precio Aprox. | 21 Eur. |
Sentimiento* | Los clavos no acaban de cuadrar |
Valoración | |
Obtenido en | Bibliotecas de Barcelona |
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