"Cuando, tras la llegada de esos <<momentos isla>>, aparece el efecto neón, tras él se abre camino la pregunta fatídica, esa que debemos evitar a toda costa, porque cuando surge ya no hay marcha atrás y todo esta perdido.
¿Qué estoy haciendo aquí?"
Cuando veo series o libros que se enmarcan dentro de las dinámicas familiares siempre me surge la misma pregunta: ¿cómo se vería mi día a día si fuera una serie?, ¿se podría hacer una sitcom o sería más drama?, ¿daría para muchas temporadas o se agotaría en una miniserie?
Quizás por ello me fascinan las lecturas que ahondan en los recovecos familiares, que se adentran en los lugares oscuros de las dinámicas y de las sinergias que monopolizan la vida cotidiana.
En la novela transcurre en apenas un día y se reduce a un universo conformado por Amalia (una madre albina de setenta años, con un importante despiste encima y recién separada), sus tres hijos (Silvia, Emma y Fer) y Tía Inés (uno de los satélites que conforman este mundo). Y es en este pequeño microcosmos donde Fer (el hermano pequeño), a la vez que asiste a la boda de Sílvia y Magalí y a la celebración del cumpleaños de su madre, va recordando trozos del pasado que han conformado lo que son ahora como familia, los miedos que cada uno arrastra y reflexiona sobre los matices de la mentira, el amor y la personalidad. Pero quizás lo más revelador e impactante de todo el proceso de reflexión que hace Fer (porque todos llegaremos a ese punto), es el hecho de que tras una hospitalización de su madre, comprenden que no les queda mucho tiempo y que serán huérfanos en un futuro no muy lejano, esta certeza es la que le espolea para poner las cosas en perspectivas y apreciar las peculiaridades de su madre.
Como suele ser habitual, en los recovecos familiares hay mentiras, no verdades, secretos... que pueden hacer desestabilizarla y por no ser menos los hermanos tienen una tercera coincidencia (a parte de la boda y del cumpleaños) que podría hacer derrumbarse todo el universo que han construido; por ello llegan a un pacto, lo sorprendente será que descubrirán que Amalia también puede tener su vida y sus secretos más allá de ellos tres. Una concatenación de idas y venidas, de no confidencias que quizás se alargan en exceso, pero que dan cierto ritmo y misterio a las relaciones entre madre e hijos.
La novela conforma todo un universo que encandila desde el minuto cero por el personaje de Amalia, una mujer capaz de reinventarse después de abandonar a su marido que la maltrataba psicológicamente y de lograr sentirse empoderada (o como dice ella empotrada) a estas alturas de su vida; una mujer cuya característica visión de la vida (llenas de despistes y de particularidades que te sacan una risa) la hace única.
Quizás por ello me fascinan las lecturas que ahondan en los recovecos familiares, que se adentran en los lugares oscuros de las dinámicas y de las sinergias que monopolizan la vida cotidiana.
En la novela transcurre en apenas un día y se reduce a un universo conformado por Amalia (una madre albina de setenta años, con un importante despiste encima y recién separada), sus tres hijos (Silvia, Emma y Fer) y Tía Inés (uno de los satélites que conforman este mundo). Y es en este pequeño microcosmos donde Fer (el hermano pequeño), a la vez que asiste a la boda de Sílvia y Magalí y a la celebración del cumpleaños de su madre, va recordando trozos del pasado que han conformado lo que son ahora como familia, los miedos que cada uno arrastra y reflexiona sobre los matices de la mentira, el amor y la personalidad. Pero quizás lo más revelador e impactante de todo el proceso de reflexión que hace Fer (porque todos llegaremos a ese punto), es el hecho de que tras una hospitalización de su madre, comprenden que no les queda mucho tiempo y que serán huérfanos en un futuro no muy lejano, esta certeza es la que le espolea para poner las cosas en perspectivas y apreciar las peculiaridades de su madre.
Como suele ser habitual, en los recovecos familiares hay mentiras, no verdades, secretos... que pueden hacer desestabilizarla y por no ser menos los hermanos tienen una tercera coincidencia (a parte de la boda y del cumpleaños) que podría hacer derrumbarse todo el universo que han construido; por ello llegan a un pacto, lo sorprendente será que descubrirán que Amalia también puede tener su vida y sus secretos más allá de ellos tres. Una concatenación de idas y venidas, de no confidencias que quizás se alargan en exceso, pero que dan cierto ritmo y misterio a las relaciones entre madre e hijos.
La novela conforma todo un universo que encandila desde el minuto cero por el personaje de Amalia, una mujer capaz de reinventarse después de abandonar a su marido que la maltrataba psicológicamente y de lograr sentirse empoderada (o como dice ella empotrada) a estas alturas de su vida; una mujer cuya característica visión de la vida (llenas de despistes y de particularidades que te sacan una risa) la hace única.
Autor | Alejandro Palomar |
Editorial | Destino |
Precio Aprox. | 20 Eur. |
Sentimiento* | La vida |
Valoración |
|
Obtenido en | Encontrado |
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