"Agusto la contempló con la misma indiferencia con la que las vacas miran pasar el tren, y esperó el tiempo necesario para que recuperara la capacidad de entendimiento."
Ayer murió Charles Manson, asesino en serie y líder de "La familia Manso" (en todos los periódicos se puede leer la noticia y leer un poco sobre los acontecimientos que le catapultaron a la fama).
Y precisamente ayer terminaba un libro que hacía tiempo que me habían recomendado y que va de un asesino en serie (a veces estas casualidades me dan mal rollo).
El arranque de la novela es brutal: una mujer despierta atada a una silla y con una bolsa en la cabeza; lleva horas de agonía, pero su final está próximo y casi lo anhela.
Según avancemos en el libro sabremos quienes son estas dos personas y los motivos que las conducen.
Pero antes debemos dar un salto atrás en el tiempo para comenzar la historia y encontrarnos con la primera víctima, una mujer joven a la que le han sido cortados los párparos postmorten.
La policía no tiene ninguna pista y lo único que ha dejado el asesino es un poema en el que se puede entrever que continuará matando.
Sancho es el inspector encargado de dar caza a este asesino, y para ello contará con la ayuda, entre otros, de Martina Corvo una doctora en psicolingüística y el psicólogo Lopategui ("Carapocha"). Por su parte, Augusto jugará con la policía, sabedor de que él controla el juego y tiene la partida ganada.
En la trama se entremezclan los elementos típicos del género, pero según avanzas en la historia adquiere más dinamismo; sin embargo el desenlace deja una sensación de no estar a la altura de las últimas doscientas páginas (como es una trilogía esperaremos a leer el reto de novelas y ver donde nos conduce).
Lo mejor de la novela, para mí, es como el autor juega con los personajes y acabas desconfiando de todos (porque todos tienen algo que esconder). Quizás mi favorito es el psicólogo por su porte y las "conferencias" que da sobre asesinos en serie, además tiene unas salidas que te desarman.
Y precisamente ayer terminaba un libro que hacía tiempo que me habían recomendado y que va de un asesino en serie (a veces estas casualidades me dan mal rollo).
El arranque de la novela es brutal: una mujer despierta atada a una silla y con una bolsa en la cabeza; lleva horas de agonía, pero su final está próximo y casi lo anhela.
Según avancemos en el libro sabremos quienes son estas dos personas y los motivos que las conducen.
Pero antes debemos dar un salto atrás en el tiempo para comenzar la historia y encontrarnos con la primera víctima, una mujer joven a la que le han sido cortados los párparos postmorten.
La policía no tiene ninguna pista y lo único que ha dejado el asesino es un poema en el que se puede entrever que continuará matando.
Sancho es el inspector encargado de dar caza a este asesino, y para ello contará con la ayuda, entre otros, de Martina Corvo una doctora en psicolingüística y el psicólogo Lopategui ("Carapocha"). Por su parte, Augusto jugará con la policía, sabedor de que él controla el juego y tiene la partida ganada.
En la trama se entremezclan los elementos típicos del género, pero según avanzas en la historia adquiere más dinamismo; sin embargo el desenlace deja una sensación de no estar a la altura de las últimas doscientas páginas (como es una trilogía esperaremos a leer el reto de novelas y ver donde nos conduce).
Lo mejor de la novela, para mí, es como el autor juega con los personajes y acabas desconfiando de todos (porque todos tienen algo que esconder). Quizás mi favorito es el psicólogo por su porte y las "conferencias" que da sobre asesinos en serie, además tiene unas salidas que te desarman.
Autor | Cesar Pérez Gellida |
Editorial | Suma |
Precio Aprox. | 19 Eur. |
Sentimiento* | Memento mori |
Valoración | |
Obtenido en | Bibliotecas de Barcelona |
PD: Me ha hecho mucha gracia enterarme de que es también el autor de "Khimera"; una novela que estuvo leyendo mi madre hace dos años y creo que acabó dejándola.
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