"¡De noche, sea cual sea la fuente de luz (el crepúsculo, una vela, la lámpara o la luz de la luna, que es la peor), se convierte en barrotes! Me refiero al dibujo principal, y la mujer de detrás se ve con absoluta claridad.
Tardé bastante en reconocer lo que se ve detrás, ese dibujo impreciso, pero ahora estoy segura de que es una mujer."
Tardé bastante en reconocer lo que se ve detrás, ese dibujo impreciso, pero ahora estoy segura de que es una mujer."
En la actualidad es asumido, como algo cotidiano, que las madres pueden sufrir depresión posparto (generalmente en los tres primeros meses tras dar a luz, pero que puede aparecer hasta un año después del nacimiento del hijo/a). Sin embargo, en 1850 la cosa era bien diferente, y las mujeres que sufrían este tipo de depresión se veían abocadas al aislamiento y a terapias que lo único que lograban era agravar su estado.
Charlotte escribe este breve texto como denuncia al tratamiento que el doctor Silas Weir Mitchell le recetó cuando, tras tener a su hija Katharine, cayó en una depresión. Las recomendaciones del famoso neurólogo eran: hacer vida hogareña y total descanso; lo que casi acaba con la autora.
El texto escrito en forma de diario, nos adentra en la mente y en el entorno de una mujer que sufre depresión nerviosa transitoria (depresión posparto).
Aconsejada por su marido y su hermano (médicos de prestigio) se trasladan a una casa para pasar el verano y que pueda descansar sin hacer absolutamente nada (ni siquiera escribir); ella preferiría mantener su mente activa y un poco de trabajo agradable, pero se resigna a cumplir las recomendaciones que le han dado.
Poco a poco su descenso a los infiernos de la depresión encontrará un reflejo en el horrible papel que decora la habitación donde la ha instalado su marido; primero verá formas, después descubrirá una mujer enjaulada que lucha por salir de su encierro.
Un relato desgarrador e íntimo.
Charlotte escribe este breve texto como denuncia al tratamiento que el doctor Silas Weir Mitchell le recetó cuando, tras tener a su hija Katharine, cayó en una depresión. Las recomendaciones del famoso neurólogo eran: hacer vida hogareña y total descanso; lo que casi acaba con la autora.
El texto escrito en forma de diario, nos adentra en la mente y en el entorno de una mujer que sufre depresión nerviosa transitoria (depresión posparto).
Aconsejada por su marido y su hermano (médicos de prestigio) se trasladan a una casa para pasar el verano y que pueda descansar sin hacer absolutamente nada (ni siquiera escribir); ella preferiría mantener su mente activa y un poco de trabajo agradable, pero se resigna a cumplir las recomendaciones que le han dado.
Poco a poco su descenso a los infiernos de la depresión encontrará un reflejo en el horrible papel que decora la habitación donde la ha instalado su marido; primero verá formas, después descubrirá una mujer enjaulada que lucha por salir de su encierro.
Un relato desgarrador e íntimo.
Autor | Charlotte Perkins Gilman |
Editorial | Contraseña |
Precio Aprox. | 10 Eur. |
Sentimiento* | Depresión posparto (otra vez) |
Valoración | |
Obtenido en | Proyecto Gutenberg |
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