"El pasado estaba congregando fuerzas malignas, Philip lo presentía. El pasado era un abismo negro, tenebroso, y, si Philip se asomaba, algo podía alzar su siniestra mirada y descubrirlo allí, petrificado contra la luz."
Sin duda los días de oficina serían mucho más interesantes si todo el imaginario de Lovecraft (Yog-Sothoth, Mi-go, Los Antiguos, Shoggoths...) se dejaran ver durante la jornada laboral. Lo de luchar contra una invasión alienígena siempre le da un aliciente a la hora de enfrentarse a las reuniones, informes o cualquier tarea de la rutina laboral.
Philip Kenan conoce lo que es enfrentarse a ese tipo de situaciones, ya que ha perdido su trabajo en MicroMeg tras impedir la llegada de los Primigenios; además su novia le ha dejado y las perspectivas de publicar su novela son cada vez más escasas (ya ronda las dos mil páginas).
Ante esta situación Kenan toma cartas en el asunto: se busca una terapeuta, busca un trabajo temporal en Curriculums al Instante Ralphs (tela con el nombre, pero a lo que se dedica es más espeluznante aún) y tiene un plan para recuperar el amor de Amelia. Pero su plan no contemplaba volver a enfrentarse a otra invasión de criaturas lovecraftianas...
Casi toda la novela transcurre en oficinas (otro escenario es el hospital psiquiátrico) por las que pululan zombies, trabajadores que han entregado toda su vida a la empresa, jefes despóticos, guardas de seguridad medio locos... es decir, toda la fauna más variopinta de una oficina. Y lo conjuga muy bien con situaciones cotidianas: condiciones laborales terribles, cursos de formación, sueldos bajos, situaciones de acoso laboral.... que bajo el tono ligero y de humor negro adquieren una absurdidad hilarante.
En si toda la novela es una paranoia en la que combina estas situaciones tan cotidianas con los mitos de Cthulhu; a la vez que nos ofrece una crítica al sistema (que son los Antiguos) llena de ironía que creo que funciona muy bien.
La lectura es divertida y ágil; y si te gusta el horror cósmico vas a disfrutar sin lugar a dudas. Pero es que además la estructura ofrece elementos interesantes, ya que Spencer utiliza los saltos en el tiempo (a través de la medicación del psiquiátrico o la hipnosis del protagonista) para crear una realidad fluctuante que me ha recordado un poco al universo de Philip K. Dick (una realidad fragmentada, confusa y que se reconfigura constantemente y en la que al final no sabes discernir realidad/ilusión).
Y por último no puedo dejar de mencionar que me ha hecho ilusión que hubiera un párrafo dedicado al departamento de calidad (que somos los eternos olvidados).
Autor | William Browning Spencer |
Editorial | Gigamesh |
Precio Aprox. | 18 Eur. |
Sentimiento* | Tekeli-li |
Valoración | |
Obtenido en | Regalo |
Fe de erratas: edición 2021 :
- pág 271: "Cuando9 gritaba, la delgada membrana se desprendió, y Philip vio como, con la forma de su rostro en pleno grito, giraba y `[...]."
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