"A diferencia de muchos autores de ciencia ficción, pero al igual que muchas autoras feministas de ciencia ficción, como Joanna Russ, Ursula K. Le Guin y Marge Piercy, Butler no se limita a crear un futuro basado en una ciencia y una tecnología nuevas: también nos muestra el resultad del comportamiento humano anterior que las guía."
Tocada y hundida. Tenía que leerlo.
Se trata de una novela posapocalíptica en la que el cambio climático ha hecho que la escasez de agua y el abastecimiento de comida sea un grave problema, además de estar sumergidos en una crisis económica y que las estructuras sociales sean un eufemismos (la mayoría de la población no puede acceder a la sanidad, ni pagar a la policía o bomberos cuando son necesarios). En medio de este escenario descorazonador y sin futuro existen pequeñas ciudades amuralladas en las que se vive más o menos a salvo del exterior, donde la miseria, las drogas, la prostitución y, sobre todo, la desesperación de las personas es algo generalizado. Sin embargo, según avanzamos en la lectura del diario de Lauren, nos adentramos en un mundo cada vez más siniestro y aterrador; donde se trabaja por techo y comida o directamente te conviertes en esclavo de una empresa, la venta de seres humanos empieza a ser normal y el canibalismo una opción de vivir un día más.
El relato comienza en el año 2024 y termina en 2027, unos años en los que Lauren pasa de estar viviendo dentro de los muros de su comunidad con su familia a quedarse sin hogar, sin familia y tener que convertirse en un vagabundo más que camina en busca de un lugar en el que asentarse. En este trayecto, en el que cada instante hay que luchar por la supervivencia y en la que cada uno desconfía de los demás, ella irá gestando Semilla Terrestre, una especie de canon de conducta que aglutinará a un grupo de personas (una especie de Ferrocarril Subterráneo, como dice la propia Lauren).
Autor | Octavia E. Butler |
Editorial | Capitán Swing |
Precio Aprox. | 20 Eur. |
Sentimiento* | Cambio |
Valoración | |
Obtenido en | Bibliotecas de Barcelona |
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