En todas las ocasiones en que me he quedado sin trabajo siempre ha habido alguien que me ha soltado la solución perfecta a mi situación: "Si te gustan tanto los libros porqué no montas una librería". En un principio intentaba argumentar mis objeciones al respecto de un modo suave y educado, pero con el paso del tiempo he optado por ser más irónica: "También me gusta la cerveza, igual mejor poner una cervecería. ¿Qué te parece?"
A pesar de tener muy claro que jamás pondré una librería (mal que les pese a los bienintencionados) no he podido resistirme a esta lectura que se adentra en el día a día una librería de segunda mano que se encuentra en un pueblecito de Escocia.
Su dueño, Shaun, ha llevado a lo largo de un año un dietario donde nos muestra el trabajo de bambalinas que supone la compra-venta de libros o la organización de un festival; pero quizás lo que sea el éxito de esta lectura es la forma en que narra las inverosímiles anécdotas, las cosas curiosas y exasperantes que le suceden con los clientes, la complicadas sinergias que se producen entre sus empleados/as y él... todo un peculiar microcosmos que parece atraer a todo serie de personas estrambóticas (no sé si contarme entre ellas). Pero a parte de este componente más divertido hay una contrapartida más seria, ya que Shaun comienza todos los meses con una cita de "Diario de un librero" de Orwell y esto le da pie a realizar una serie de reflexiones críticas sobre el estado actual del mercado que rodea al libro (además de proclamar su odio hacia los kindles).
Al final os aseguro que os será difícil no tener la sensación de haber sido uno más trabajando en la librería y tendréis añoranza de los viernes gourmet de Nicky o esperareis impacientes el siguiente pedido del señor Deacon.
Autor | Shaun Bythell |
Editorial | Edicions Viena |
Precio Aprox. | 25 Eur. |
Sentimiento* | Tengo que pasarme por la librería |
Valoración | |
Obtenido en | Bibliotecas de Barcelona |
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