lunes, 11 de marzo de 2019

Rapsodia Gourmet (Muriel Barbery)

"La perfección es el regreso. Por ello, sólo está al alcance de las civilizaciones decadentes: es en Japón, donde el refinamiento ha alcanzado cotas sin igual, en el corazón de una cultura milenaria que ha aportado a la humanidad sus más altas contribuciones, donde ha sido posible el regreso a lo crudo, realización postrera."

Con hambre no puedo pensar. Hay gente que es capaz de ignorar la sensación de vacío, pero yo soy incapaz; es más, me pongo de muy mala leche y en una ocasión hasta mordí a mi pareja (no os extrañéis, en el norte es más habitual de lo que puede parecer). Después del incidente he reflexionado bastante sobre la relación que las personas tienen con la comida y todos los rituales que giran a su alrededor; al final no me ha quedado otra que admitir que mi relación con la comida es básica (por no decir primaria) y que no he llegado a apreciar la sofisticación de la cocina de vanguardia.

De mi incomprensión de las nuevas tendencias culinarias y análisis derivado surgió la idea de que podía ser divertido acercarme a ese entorno desde la ficción, con la idea de que una parodia podría hacerlo más cercano y comprensible (aunque en el fondo sabía que soy más de tortos con picadillo que de menestra deconstruida). 
Tampoco ayudaba que la primera novela que leí de Muriel Barbery me pareciera un autentico coñazo, pero como creo que las segundas oportunidades... allí que nos lanzamos!

La premisa parecía entretenida y, cuanto menos, curiosa: un crítico gastronómico, en sus últimas horas de vida, intenta recordar el sabor único que asocia a la felicidad. Y combinada con las reflexión del Pierre Arthens sobre los diversos sabores (pan, tostada, whisky...) se van combinando las visiones que tienen otros personajes sobre él (todas ellas bastante nefastas).
La novela podría haber sido una oda a los sabores primigenios de la infancia, a esos recuerdos que evocan aromas y sentimientos, un recurso para encontrar lugares comunes entre escritora y lectora; sin embargo, se queda en un mar de palabras y frases que no evocan nada y que únicamente te hacen perderte en frases construidas como experimentos gramaticales sin intención de ahondar en situaciones, personajes o sentimiento. 

Como apunte para los fans de la autora deciros que en esta novela retoma los personajes que ya salieron en "La elegancia del erizo" y, como no podía ser de otro modo, mantiene el mismo estilo narrativo (que para mi gusto es pesado, enrevesado y que no acaba de convencerme). Así que si os gustó la primera novela adelante, si no es el caso ni lo intentéis.

En definitiva: 182 páginas que se me han hecho eternas. Segunda oportunidad desperdiciada.

AutorMuriel Barbery
EditorialSeix Barral
Precio Aprox.15 Eur.
Sentimiento*Tengo hambre
Valoración
Obtenido enBibliotecas de Barcelona

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