"Los días pasaban y el viento soplaba desde el estuario de Forth.
No hay que suponer que la señorita Brodie era la única que estaba viviendo el punto álgido de su plenitud ni que (dado que tales asuntos son relativos) había perdido de algún modo la cabeza. Estaba sola, simplemente, porque enseñaba en una escuela como la de Marcia Blane."
No hay que suponer que la señorita Brodie era la única que estaba viviendo el punto álgido de su plenitud ni que (dado que tales asuntos son relativos) había perdido de algún modo la cabeza. Estaba sola, simplemente, porque enseñaba en una escuela como la de Marcia Blane."
No tengo nada claro cómo llego el nombre de esta autora a mi lista de pendientes, pero la cuestión es que estaba allí y me decidí por leer su novela más conocida (además de estar entre las cien mejores obras en inglés del sXX).
No sé si me esperaba más o simplemente otra cosa diferente; pero después de haber terminado la lectura me reafirmo en lo que suelo pensar cuando leo este tipo de obras: tengo ciertos problemas con las novelas que se incluyen dentro de este tipo de clasificación, ya que la mayoría me dejan bastante indiferente (y antes de que me saltéis a la yugular, reconozco que hay excepciones que me han cautivado, pero la norma general es que lo que se considera obra transcendental pocas veces llega a calarme).
Lo primero que me chocó al empezar la novela es la estructura que no es lineal y anticipa hechos del futuro, y ya desde el inicio sabes que alguien traicionó a la Señorita Brodie, pero no es hasta el final que comprendes todo el proceso y tienes una imagen del pasado y futuro de los personajes (esto tipo de estructuras no es rara, pero me sorprendió encontrarla en una obra publicada en 1961).
Otro factor a tener en cuenta que no me hizo sentir muy cómoda durante la lectura es que la autora se valiera de un narrador omnisciente y atemporal (llamarme pejiguerosa, pero es lo que hay).
"La plenitud de la Señorita Brodie" es una novela breve ambientada en Escuela Marcia Blane (escuela fememenina de Edimburgo) en la década de los treinta del sXX. Dentro de esta escuela imparte clases la Señorita Blane, la cual cada año selecciona a un grupo de niñas destinadas a ser "la créme de la créme"; pero pronto sus innovadores métodos pedagógicos no solo generarán conflictos con el resto de profesorado, si no que irán derivando hacía a una manipulación de sus alumnas.
Debemos reconocer la maestría de Spark al convertir la Escuela en un microcosmos dónde sitúa a un número reducido de personajes (cuatro principales y once secundarios) y muestra un mundo lleno de anhelos, intrigas amorosas/profesionales, envidias... bajo una apariencia de calma e inocencia. Aunque, quizás, lo relevante sea cómo en una novela tan breve es capaz de reflejar una década que marcará el paso de la infancia a la edad adulta del grupo de la Señorita Brodie y que será el despertar de algunas de las facetas más ruines de las personas.
En conclusión a pesar de que deseaba mucho que me gustara la novela, y tiene muchos rasgos importantes, me he quedado con la sensación de que "mucho ruido y pocas nueces".
No sé si me esperaba más o simplemente otra cosa diferente; pero después de haber terminado la lectura me reafirmo en lo que suelo pensar cuando leo este tipo de obras: tengo ciertos problemas con las novelas que se incluyen dentro de este tipo de clasificación, ya que la mayoría me dejan bastante indiferente (y antes de que me saltéis a la yugular, reconozco que hay excepciones que me han cautivado, pero la norma general es que lo que se considera obra transcendental pocas veces llega a calarme).
Lo primero que me chocó al empezar la novela es la estructura que no es lineal y anticipa hechos del futuro, y ya desde el inicio sabes que alguien traicionó a la Señorita Brodie, pero no es hasta el final que comprendes todo el proceso y tienes una imagen del pasado y futuro de los personajes (esto tipo de estructuras no es rara, pero me sorprendió encontrarla en una obra publicada en 1961).
Otro factor a tener en cuenta que no me hizo sentir muy cómoda durante la lectura es que la autora se valiera de un narrador omnisciente y atemporal (llamarme pejiguerosa, pero es lo que hay).
"La plenitud de la Señorita Brodie" es una novela breve ambientada en Escuela Marcia Blane (escuela fememenina de Edimburgo) en la década de los treinta del sXX. Dentro de esta escuela imparte clases la Señorita Blane, la cual cada año selecciona a un grupo de niñas destinadas a ser "la créme de la créme"; pero pronto sus innovadores métodos pedagógicos no solo generarán conflictos con el resto de profesorado, si no que irán derivando hacía a una manipulación de sus alumnas.
Debemos reconocer la maestría de Spark al convertir la Escuela en un microcosmos dónde sitúa a un número reducido de personajes (cuatro principales y once secundarios) y muestra un mundo lleno de anhelos, intrigas amorosas/profesionales, envidias... bajo una apariencia de calma e inocencia. Aunque, quizás, lo relevante sea cómo en una novela tan breve es capaz de reflejar una década que marcará el paso de la infancia a la edad adulta del grupo de la Señorita Brodie y que será el despertar de algunas de las facetas más ruines de las personas.
En conclusión a pesar de que deseaba mucho que me gustara la novela, y tiene muchos rasgos importantes, me he quedado con la sensación de que "mucho ruido y pocas nueces".
| Autor | Muriel Spark |
| Editorial | Pre-Textos |
| Precio Aprox. | 17 Eur. |
| Sentimiento* | Abogando por la coeducación |
| Valoración |  |
| Obtenido en | Bibliotecas de Barcelona |
- Pág 119: "Ella era para él Jean, un detalle que ninguna de las niñas del grupo..." (¿?)
- pág 140: "Pásame un pitillo- Dijo Deirdre" (falta el guión inicial que indica diálogo).
No hay comentarios:
Publicar un comentario