Día Mundial de la poesia
Hoy, 21 de marzo, se celebra el Día mundial de la poesía y desde aquí mi pequeño homenaje a tan señalado y olvidado día.
Hoy no veremos rosas, ni libros por las calles... quizás porque la poesia es más etérea y en la actualidad se deja ver mucho menos que la narrativa.
El año pasado ya hice una entrada celebando este día, en el cual comento su origen brevemente y también transcribo las palabras de Sra Irina Bokova, Directora General de la UNESCO, que pronuncio con motivo del Día mundial de la Poesía.
Este año, nuevamente nos deja unas palabras para la refelxión:
«La poesía es una de las expresiones más puras de la libertad de la lengua. Es un elemento constitutivo de la identidad de los pueblos; encarna la energía creativa de la cultura en su facultad de renovarse sin cesar.»Mensaje de la Sra. Irina Bokova, Directora General de la UNESCO,
con motivo del Día Mundial de la Poesía, 21 de marzo de 2013
Al igual que el año pasado os dejo una poesia de uno de mis autores favoritos:
Canto a mí mismo
Yo me celebro y me canto,
y de lo que me apropie te debes apropiar,
pues cada átomo mío te pertenece.
Ando vagabundo e invito a mi alma a que también lo haga,
ando vagabundo y me tiendo a mis anchas a mirar un tallo de hierba estival.
Mi lengua, cada átomo de mi sangre, se formaron de este suelo, de este aire.
Nacido aquí, de padres cuyos padres también nacieron aquí, al igual que sus padres,
a mis treinta y siete años, con una salud perfecta,
he empezado a vivir, y sólo espero no dejar ya de hacerlo hasta mi muerte.
Que se callen ahora las escuelas y los credos,
me sirvieron y nunca he de olvidarlo.
Acojo el bien o el mal, dejo que todo hable sin importarme el riesgo,
a la naturaleza sin frenos con su energía originaria.
y de lo que me apropie te debes apropiar,
pues cada átomo mío te pertenece.
Ando vagabundo e invito a mi alma a que también lo haga,
ando vagabundo y me tiendo a mis anchas a mirar un tallo de hierba estival.
Mi lengua, cada átomo de mi sangre, se formaron de este suelo, de este aire.
Nacido aquí, de padres cuyos padres también nacieron aquí, al igual que sus padres,
a mis treinta y siete años, con una salud perfecta,
he empezado a vivir, y sólo espero no dejar ya de hacerlo hasta mi muerte.
Que se callen ahora las escuelas y los credos,
me sirvieron y nunca he de olvidarlo.
Acojo el bien o el mal, dejo que todo hable sin importarme el riesgo,
a la naturaleza sin frenos con su energía originaria.
(Walt Whitman)
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