lunes, 3 de noviembre de 2025

Cadáver exquisito (Agustina Bazterrica)

"Una vez él le preguntó por qué se dedicaba a aturdir. Sergio le contestó que o era las cabezas o su familia. Que no sabía hacer nada más que eso y que pagaban bien. Que cada vez que sentía remordimientos pensaba en sus hijos y en cómo les estaba dando una mejor vida gracias a ese trabajo. Le dijo que con la carne original, si bien no se erradicó, se ayudó a controlar la superpoblación, la pobreza, el hambre."

Como tengo una edad ya y mi familia es de pueblo tengo recuerdos de los días de matanza. Ya por aquella época me parecía algo desconcertante y si podía siempre me quedaba en tareas secundarias. 
Los tiempos han cambiado y desde hace tiempo es obligatorio, por razones de higiene, realizar el proceso en un matadero. En cuanto a funcionalidad es bastante practico y te ahorras la peor parte (no quiero detallar imágenes o sonidos), pero también se pierde ese día que nos congregaba a todos a trabajar para tener despensa el resto del año (normalmente lo hacíamos el día de reyes). Era un día cansado, pero también de risas, de compartir charlas y de confirmar un año más que la familia seguía junta.
Como he dicho, yo procuraba estar el labores logísticas de apoyo (es decir, ninguna relacionada con sacrificar, sangrar, despiece, embuchar....) por eso me ha supuesto casi un reto leer este libro que según la sinopsis es "una sólida y escalofriante pesadilla futurista".

Imaginar un futuro en el que un virus hace incomestible la carne de animal y como solución se legaliza el canibalismo. Se crian seres humanos en jaulas (las hay que sirven para criar, raza pura o las que dan leche), se les marca, son alimentados con una mezcla especial, se les extrae las cuerda vocales.... En resumen son tratados como como reses para finalmente ser transportadas y sacrificadas.
Esta carne supone una división social, hay quienes han dejado de comer carne, quienes se han adaptado a esta nueva realidad (incluso hay quien tiene un espécimen para consumo propio) y los que son comidos.

Marcos trabaja en un frigorífico y su vida parece ir desmoronándose poco a poco: su mujer se ha ido (a lo largo de la lectura sabremos la terrible razón), su padre con demencia está ingresado en una residencia y su no tiene ninguna relación con su hermana. Un mundo a punto de hundirse que además siente la perdida de los animales de compañía, la desolación de lo que sucede dentro de los frigoríficos y que en medio de todo este caos recibe como regalo una mujer criada para consumo propio.

El texto tiene momentos muy duros, ya no solo por la descripción de todo el proceso de sacrificio o las implicaciones morales de comer carne humana, sino por todo el escenario que como sociedad muestra. Una sociedad donde que puede deshumanizar al otro, donde el consumismo feroz y el capitalismo se han terminado de imponer.
Son apenas  150 páginas donde asistimos a una pesadilla llena de momentos tremendos, desoladores y también a la tristeza y vacío del protagonista. Y esta combinación entre lo que ocurre a nivel macro y micro me parece un doble juego inquietante.

Una reflexión sobre la sociedad, en la que el canibalismo es un factor más, símbolo de un sistema que devora todo lo que conlleva ser humano. Un dilema impactante que nos enfrenta a la pregunta de hasta qué punto somos cómplices.

Una novela que incomoda, sacude y obliga a pensar; que nos adentra y nos pone frente la crudeza de nuestra propia condición.

Autor Agustina Bazterreica
Editorial Alfaguara
Precio Aprox. 9 Eur. 
Sentimiento* Temple Grandin
Valoración

Obtenido en E-bbok