"Se arrodilló y halló el bonito bajo la popa con el bichero y lo atrajo hacía sí evitando que se enredara en los rollos de sedal. Sujetando el sedal nuevamente con el hombro izquierdo y apoyándose en el brazo izquierdo sacó el bonito del garfio del bichero y puso de nuevo el bichero en su lugar."
Hay odios lectores fundados y afianzados en el tiempo, como mi aversión a Hemingway tras una lectura obligatoria del colegio (aunque únicamente leyera un par de páginas).
Durante años me he negado a leer ni un libro de este autor, pero como hay que superar los traumas...
Ahora por fin lo he terminado y sé que lo que diré a continuación hará que más de uno/a se eche las manos a la cabeza, pero no me ha gustado en absoluto y me ha reafirmado en mi opinión sobre este autor (definitivamente Hemingway no es para mí).
La novela nos cuenta la lucha de un pescador, que tras ochenta y cuatro días sin pescar nada, se adentra en el mar para conseguir romper su mala racha.
Mar adentro, lejos del resto de pescadores y sin ver la costa consigue coger un gran pez con el que entabla una lucha que dura varios días, cuando por fin consigue vencer y se dirige a tierra los tiburones comienzan a atacarle y devorar el magnífico pez que ha pescado.
Finalmente llega a tierra agotado y derrotado, y lo que en mar se prometía como la salvación de su pobreza y mala racha se convierte en un sueño perdido (como tantos otros).
Un relato breve sobre una lucha que ya se sabe perdida, pero cuyo protagonista se niega a dejar pasar aunque sepa cómo va a terminar.
El libro se me ha hecho eterno y lento; aunque en el inicio hay algo de diálogo (lo que me hizo albergar falsas ilusiones) pronto da paso a una descripción pormenorizada de cada hora de la lucha interminable (calificarla de lectura tediosa creo que es generoso) y además todo aliñado con un montón de términos sobre pesca y sus utensilios (aquí reconozco mi incultura, pero fue la gota que colmó el vaso).
Al final no solo no he superado mi trauma con Hemingway, si no que lo he afianzado y ha quedado totalmente proscrito de mis futuras lecturas.
Durante años me he negado a leer ni un libro de este autor, pero como hay que superar los traumas...
Ahora por fin lo he terminado y sé que lo que diré a continuación hará que más de uno/a se eche las manos a la cabeza, pero no me ha gustado en absoluto y me ha reafirmado en mi opinión sobre este autor (definitivamente Hemingway no es para mí).
La novela nos cuenta la lucha de un pescador, que tras ochenta y cuatro días sin pescar nada, se adentra en el mar para conseguir romper su mala racha.
Mar adentro, lejos del resto de pescadores y sin ver la costa consigue coger un gran pez con el que entabla una lucha que dura varios días, cuando por fin consigue vencer y se dirige a tierra los tiburones comienzan a atacarle y devorar el magnífico pez que ha pescado.
Finalmente llega a tierra agotado y derrotado, y lo que en mar se prometía como la salvación de su pobreza y mala racha se convierte en un sueño perdido (como tantos otros).
Un relato breve sobre una lucha que ya se sabe perdida, pero cuyo protagonista se niega a dejar pasar aunque sepa cómo va a terminar.
El libro se me ha hecho eterno y lento; aunque en el inicio hay algo de diálogo (lo que me hizo albergar falsas ilusiones) pronto da paso a una descripción pormenorizada de cada hora de la lucha interminable (calificarla de lectura tediosa creo que es generoso) y además todo aliñado con un montón de términos sobre pesca y sus utensilios (aquí reconozco mi incultura, pero fue la gota que colmó el vaso).
Al final no solo no he superado mi trauma con Hemingway, si no que lo he afianzado y ha quedado totalmente proscrito de mis futuras lecturas.
Autor | Ernest Hemingway |
Editorial | Lumen |
Precio Aprox. | 10 Eur. |
Sentimiento* | superando traumas o afianzandolos |
Valoración |
|
Obtenido en | Biblioteca Oviedo |
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